Viernes 23 de junio

Viernes 23 de junio
Sagrado Corazón de Jesús, solemnidad

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)

Evangelio según San Mateo 11, 25-30

En aquel tiempo, Jesús exclamó: Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.

Pistas: La fiesta del Sagrado Corazón de Jesús nos hace fijarnos en la humanidad del Hijo de Dios. ¿Qué te viene a la cabeza cuando escuchas la palabra corazón? Amor, vida, valentía, alma, entrega, totalidad, humanidad… Esta fiesta te invita a mirar a Jesús que ama, que entrega su vida y es vida, que es valiente y da valor. Jesús verdadero hombre, el hombre nuevo.
El corazón de Jesús lleno del Espíritu Santo. Es el corazón humano del Hijo de Dios. ¡Qué misterio! Dios no está lejos. Es el Dios que ama. El Padre nos envía a su Hijo. El Hijo hecho hombre ama con todo el corazón y transforma nuestra humanidad. Lo humano entra en la vida de Dios y Dios da vida a lo humano. Jesús entrega su vida en la Cruz. Tan grande es ese amor y entrega que su corazón traspasado por la lanza del soldado romano, y abierto, es signo del amor absoluto, de la valentía, de la entrega total de Jesús, frente a la injusticia y al pecado que lo han traspasado y rasgado. El amor no podía quedar atrapado por la muerte. Y Jesús resucitado es el vencedor sobre el pecado, el mal, el odio y la muerte. Es el corazón que ha vencido al odio con amor, al pecado con fidelidad al Padre. Es el corazón que lleva a plenitud la humanidad y por eso si acudes a Él tendrás tú también un nuevo corazón. Jesús entiende lo humano, nuestros problemas y anhelos, nuestras luchas. Pero va mucho más allá, nos guía hacia el Padre, nos descubre la dimensión divina.
En el contexto de esta fiesta el Evangelio de hoy te dice que sólo necesitas ser sencillo para poder descubrir y acceder a este misterio. Para poder conocer a Jesús y a través de Él llegar al Padre. Para tener tu corazón lleno del Espíritu Santo como lo estuvo el de Jesús. No necesitas ser sabio y entendido. No necesitas ser perfecto. Sólo ser sencillo y acercarte a Jesús.
Estés como estés, hoy Jesús te invita a entrar en su corazón, a dejarte amar. A dejar de mirar tus cargas y tu pobreza, tus agobios y cansancios, y seguirle. Eso significa cargar con el yugo, y aprender de Jesús. Y ahí encontrarás descanso y libertad. Jesús te invita hoy a descubrirle.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.