Sábado, 27 de febrero
I Semana de Cuaresma
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Llévalo a tu vida)
Evangelio según san Mateo 5, 43-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo» y aborrecerás a tu enemigo.
Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.»
Pistas: Jesús habla sobre el amor al prójimo, no como un sentimiento, sino como una elección. La de ser como Él, que en la cruz dirá: “Padre, perdónales”. Y así nos descubre un camino de perfección: parecernos al Padre. Y esto sólo será posible llenándonos del Espíritu Santo. Por eso, intensifica tu vida de oración, esfuérzate por entregarte a Dios venciéndote a ti mismo y al releer este Evangelio aterrízalo en la realidad de tu vida.
Respecto a las situaciones concretas que estás viviendo: ¿Cómo amas? ¿a quién amas? Jesús dice que hay que amar a los enemigos y orar por los que te persiguen. ¿Tienes enemigos? ¿hay gente que quiere hacerte daño o que te desprecian o no te valoran? ¿alguien quiere destruir tu trabajo? ¿recibes críticas por tus creencias? ¿te sientes perseguido? Pon nombres y caras a lo que estás leyendo. Y piensa qué te dice Jesús.
Ama, porque Dios te ama a ti, que eres pecador, que muchas veces haces las cosas mal. Dios es amor y te invita a vivir en la perfección de su amor. ¿Quieres una vida extraordinaria? Confíale lo que eres y pídele que te llene de su amor.
Con estas pistas, ahora relee el Evangelio y ora con la Palabra que Dios te dirige hoy.
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.