Sábado 27 de mayo

Sábado 27 de mayo
San Agustín de Canterbury, obispo

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)

Evangelio según san Juan 16, 23b-28

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo os aseguro, si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre claramente.
Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre.»

Pistas: El Evangelio de San Juan nos repite de muchas maneras que en Jesús hay salvación y que Él revela a Dios. Jesús es la Palabra, la luz, el camino, la verdad, la vida, el Hijo, la vid a la que hay que estar unidos, es el Buen Pastor que da la vida por las ovejas, es el Pan de vida, enviará el Espíritu Santo…
El encuentro y la fe en Jesús abren las puertas del cielo. En el nombre de Jesús hay poder. Y Jesús promete que resucitado nos dará de la riqueza de Dios y nos revelará al Padre. No sólo como un revelación intelectual sino Dios mismo y su riqueza. Jesús resucitado, el Hijo hecho hombre que muere y resucita, está en Dios. Por eso, la puerta a la presencia de Dios está abierta y el «Padre mismo os quiere».
Se acabó el poder del pecado, del mal, de la muerte, de la tristeza. Si te encuentras con Jesús, si recibes y acoges el regalo de la fe, tendrás una alegría completa. Que nadie te podrá quitar.
Siguiendo las instrucciones de este Evangelio, reza a Jesús, pídele su Espíritu Santo que te lleve a conocerle, a creer en Él y amarle. Y la puerta del Padre estará abierta.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.