Lunes 06 de marzo
I de cuaresma
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)
Evangelio según san Mateo 25, 31-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: «Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.»
Entonces los justos le contestarán: «Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?»
Y el rey les dirá: «Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.»
Y entonces dirá a los de su izquierda: «Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis.»
Entonces también éstos contestarán: «Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?»
Y él replicará: «Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo.» Y éstos Irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»
Pistas: Lo que hagas a tu prójimo se lo haces a Jesús es el resumen del mensaje de hoy.
¿Qué actitud tengo con el que me necesita? ¿Me despreocupo, pienso que no es responsabilidad mía? Jesús nos dice que creer en Él implica un determinado estilo de vida en el que el centro no soy yo, ni mi egoísmo o mis deseos. Ser discípulo de Jesús significa amar a Dios y al prójimo. Porque tú y yo somos las manos, los brazos, las palabras, la preocupación de Dios por los demás. Si nosotros, que somos discípulos de Jesús, no somos capaces de verle en el prójimo ¿quién les mostrará el amor y la misericordia de Dios? ¿cómo le escucharán? ¿podrán sentir que Dios se preocupa de ellos?
Amar abre la puerta a la vida eterna. Descubrir el incondicional amor de Dios -que te salva y te perdona, que te ama y por eso tú puedes amarte también a ti mismo y a los demás- da vida eterna. Ahora, aquí, y después de la muerte tendrás vida eterna. Sin embargo, el egoísmo nos conduce a la frustración, a una eternidad sin amor, destruye aquello para lo que hemos sido creados, te impide ver en los demás a Jesús.
Por eso, en este tiempo de cuaresma aprovecha para revisar cómo está siendo tu relación de amor con Dios. Pero también con el prójimo y contigo mismo.
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.