Jueves 9 de noviembre

Jueves 9 de noviembre
Dedicación de la Basílica de Letrán

(Recuerda: 1. Pide el Espíritu Santo 2. Lee despacio y entiende 3. Medita qué te dice la Palabra de Dios 4. Ora, respóndele al Señor)

Evangelio según san Juan 2, 13-22
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.» Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.»
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?» Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.» Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?» Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

Pistas: Hoy celebramos la fiesta de la dedicación de la Basílica de Letrán. Es la catedral de la Diócesis de Roma, donde se encuentra la sede episcopal del obispo de Roma, el Papa. Se trata de la más antigua de todas las basílicas de la Iglesia Católica. En su frontal tiene esta leyenda: "Madre y Cabeza de todas las iglesias de la ciudad y del mundo". Y se celebra esta fiesta como un símbolo de comunión con el Papa. Los cristianos consagran con un rito el edificio, el altar… que van a dedicar al culto y la celebración de los sacramentos.
Y Jesús nos enseña hoy en el Evangelio que el templo tiene que ser un lugar de oración. No ha de buscar otros objetivos que no sea el de propiciar el encuentro con Dios y darnos la posibilidad de llenarnos de su gracia. El Templo representa la Iglesia, el cuerpo de Cristo. El hogar de los que participan en la victoria del Resucitado, donde se llenan del Espíritu Santo, donde como familia celebran su fe y crecen en ella.
Aparta de tu vida y de tu iglesia todo lo que no le pertenezca, todo lo añadido que no sirva para progresar en la fe. Cae en la cuenta que el camino es estar unido a Jesús y participar de su vida. Y así podrás vivir como discípulo suyo y la Iglesia se irá pareciendo cada vez más a la que Cristo ha querido.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.