Jueves, 28 de septiembre
XXV tiempo ordinario
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)
Evangelio según San Lucas, 9, 7-9
En aquél tiempo, el virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había aparecido Elías, otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Herodes se decía:
-A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas? Y tenía ganas de ver a Jesús
Pistas: ¿Dónde se puede ver a Dios?
A veces creemos que sólo en una iglesia, en una celebración, en un lugar concreto… Pero Dios se muestra, sobre todo, en el corazón de los que le buscan. Porque la fe no depende del sentido de la vista, sino del sentimiento que anida en el corazón de los hombres y mujeres que le anhelan sinceramente. Puedes pensar que Dios está lejos, pero camina a tu lado. Y puede que haya quienes lo crean al lado, pero no se les muestre.
Jesús nos prometió que el que busca, encontrará. Que al que pide, se le dará. ¿Crees que si lo buscas no lo encontrarás? Sólo tienes que desearlo en tu vida, orar, hablar con Él, estar dispuesto a seguirle, y Dios tocará tu corazón. Busca a Dios y llévalo a toda tu vida ¡¡No te quedes con las ganas!!
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración