Jueves 20 de junio
XV del tiempo ordinario
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)
Evangelio según San Mateo 11, 28-30
En aquel tiempo, Jesús exclamó: Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.
Pistas: Una de las sensaciones más agradables de la vida es encontrar paz en una situación de agobio, o poder descansar cuando las cosas están difíciles. Poder salir de ese círculo de estrés, preocupación y cansancio. Jesús es la respuesta. «Venid a mí», nos dice. En Él, no en otro lugar, en Jesús, encontrarás paz, descanso y alivio.
Ir con Él y aprender de Él. Seguir a Jesús es ser discípulo suyo. Su propuesta no es la violencia, estar por encima de los demás por la fuerza o el poder, ni es manipular, mentir, tener… Es seguir adelante con lo que nos toque vivir (sin ser tontos o engañarnos. Recordad siempre: sencillos como palomas y astutos como serpientes. No es la paz que nace de la mentira o la cobardía). Cargar con su yugo es vivir como discípulo suyo, es seguirle. Y ahí encontrarás tu descanso.
Piensa en tu propia vida y mira a Jesús. Piensa en tus cargas, tus agobios, tus cansancios y mira a Jesús. Acude a Él, aprende de Él, síguele y sé su discípulo. Y entonces todo se pondrá en su lugar, el cansancio estará lleno de paz; el agobio estará lleno de esperanza y de alivio, porque Jesús va delante. Él ya nos mostró el camino.
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.