Viernes 8 de diciembre

Viernes 8 de diciembre
Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, patrona de España

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)

Evangelio según san Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel.

Pistas: En la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María volvemos al Evangelio. Seguro que lo has leído o escuchado muchas veces. Has oído homilías sobre él. Has ido a vigilias en las que se lee y se medita. Pero si te acercas una vez más a este texto en oración, Dios dará luz a tu vida a través de él.
Puedes leer hoy el Evangelio poniéndote en la piel de los personajes. ¿Qué hacen? ¿qué dicen? ¿qué puede sentir María? ¿cómo reacciona?
Vamos a fijarnos en algunos detalles. La alegría que nace de la presencia de Dios. María es Bienaventurada por ser la Inmaculada (la que no tiene mancha de pecado) o, lo que es lo mismo, la llena de gracia, la toda santa, la que está tan llena del Espíritu Santo que no hay sitio para el pecado en ella (sí para la tentación, para las luchas y dificultades, para ser verdaderamente mujer. Nunca olvides eso al pensar en la Virgen María). La alegría es lo primero que el ángel le pide, porque Dios está con ella. Y lo mismo sucederá en tu vida. Cuanto más dejes a Dios estar, más alegría y bienaventuranza habrá. Pero esto es raro. No es fácil ¿Yo? ¿Para mí? “No temas”.
No tengas miedo. Dios hará su obra. No dudes. Dios actúa, Dios salva por caminos que no te puedes ni imaginar. Como la Virgen María. ¿Qué podría entender o imaginarse ella en aquel momento? Dios le muestra su plan a través del ángel Gabriel. También en tu vida Dios te muestra su voluntad para ti –a veces de un modo más claro, otras caminando y esperando- a través de situaciones, de personas, a través de la Iglesia, a través de su palabra… Y tienes que discernirlo, que seguir buscando: ¿cómo será eso…?
Deja actuar al Espíritu Santo en tu vida. Y cuando Él viene, todo es nuevo, sorprendente. Lo imposible se hace posible: la Virgen es Madre, la estéril concibe un hijo, Dios se hace hombre, la muerte será vencida, la cruz será salvación…. Y en tu vida, si entra Jesús, si entra el Espíritu Santo ¿qué sucederá?… Porque “para Dios nada hay imposible”. María dijo: “Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”. Y el resto lo conoces… Y tú, ¿qué vas a responder?

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.