Viernes 17 de noviembre
Santa Isabel de Hungría, religiosa
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo 2. Lee despacio y entiende 3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)
Evangelio según San Lucas 17, 26-37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del Hombre: comían, bebían y se casaban, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos.
Lo mismo sucedió en tiempos de -Lot: comían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos.
Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del Hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva. Acordaos de la mujer de Lot.
El que pretenda guardarse su vida, la perderá; y el que la pierda, la recobrará. Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán; estarán dos en el campo: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán. Ellos le preguntaron: ¿Dónde, Señor? Él contestó: Donde está el cadáver se reunirán los buitres.
Pistas: Jesús –el Hijo del Hombre- es el futuro. Él es el Reino que viene.
Dios comenzará a reinar. Esto es seguro. Da igual que no lo parezca. Tampoco parecía que nada iba a suceder en tiempos de Noé o de Lot. Pero el Reinado de Dios está llegando: es Jesús. Y con su muerte y resurrección inaugura un tiempo nuevo que culminará al final de la historia.
El Evangelio te dice que no mires atrás, que no pierdas tiempo. No te importe perder la vida siguiendo a Jesús, porque en Él encontrarás la vida, entrarás en el Reino de Dios. Se trata de una relación, de fidelidad a Él, y de amor.
Así que pregúntate: ¿Dónde quieres ir tú? ¿con Jesús, a su Reino, o lejos de Él, donde se pierde la vida? ¿dónde está tu corazón ahora? ¿caminas cerca de Jesús? ¿dónde te encontrará Jesús? ¿quizás comiendo carroña (egoísmos, mentiras, ídolos, pecado) o caminando con Él y viviendo en su amor?
Acércate a Jesús. Ahí tendrás vida. No hay temor cerca de Él. “Pierde” tu vida por Él, con Él, en Él y la ganarás en su amor.
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.