Sábado 15 de julio

Sábado 15 de julio
San Buenaventura, obispo y doctor de la Iglesia

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)

Evangelio según San Mateo 10, 24-33

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus Apóstoles: Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su maestro, y al esclavo como su amo. Si al dueño de la casa lo han llamado Belzebú, ¡cuánto más a los criados! No les tengáis miedo, porque nada hay cubierto, que no llegue a descubrirse; nada hay escondido, que no llegue a saberse. Lo que os digo de noche, decidlo en pleno día, y lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea.
No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones.
Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.

Pistas: No tengas miedo. Si eliges a Jesús, no tengas miedo. Si vives como discípulo suyo, si proclamas lo que pone en tu corazón (“lo que os digo en la noche”), no tengas miedo. Si te amenazan, insultan, persiguen o calumnian por dar testimonio de Jesús, no tengas miedo. Dios cuida de ti. Y está de tu parte.
Lo que debes temer es que el pecado o el mundo te seduzcan, porque son los que pueden matar tu alma. Puedes examinar tu vida, también tu comunidad ¿está del lado de Jesús o has dejado que te seduzca el mundo, te has acomodado, te has amoldado al que puede matar tu alma? ¿vives como discípulo de Jesús o no te distingues en nada del resto? ¿tu comunidad, tu parroquia, sigue al Maestro o teme las consecuencias y se ha encerrado en sí misma?
No tengas miedo, Jesús está de tu parte. No te negará porque eres de los suyos. Cuando apuestas por Jesús nunca resultarás defraudado. Por eso, aprende a ser discípulo cada día. Aprende a contar lo que te enseña el Maestro. Lleva a tu comunidad o parroquia a crecer en fidelidad a Jesús y a evangelizar. Y ¡no tengas miedo!

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.