Sábado 15 de abril

Sábado 15 de abril
Sábado Santo de la Sepultura del Señor.

Introducción y pistas: Hoy es el día del silencio. Recordamos la espera de los discípulos del Señor, de su Madre, de sus amigos. ¿Realmente habrá abandonado el Padre a Jesús? Jesús está en el sepulcro, muerto. ¿Aquí termina la esperanza? ¿Se acaba todo?
Pero en la madrugada del sábado a las mujeres se les revela lo más grande: la resurrección de Jesús. En esta noche la Iglesia explota en júbilo y celebra la Vigilia Pascual con los símbolos de la luz y del agua. Porque ha vencido Jesús. ¡Está vivo!
¡Cristo ha resucitado! La muerte, el pecado, la injusticia… han sido superados. ¡Cristo ha resucitado! Todo lo que Jesús dijo e hizo es cierto. Él es quien decía ser. ¡Cristo ha resucitado! Pasó la hora de las tinieblas, del silencio y del miedo: “Alegraos”, “no tengáis miedo”, “id a anunciarlo”: “Ha resucitado”. Es su victoria, pero es para ti y para mí, para que tengamos vida y la tengamos en abundancia.

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)

Evangelio según San Mateo 28, 1-10
En la madrugada del sábado, al alborear el primer día de la semana, fueron María la Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. Y de pronto tembló fuertemente la tierra, pues un ángel del Señor, bajando del cielo y acercándose, corrió la piedra y se sentó encima. Su aspecto era de relámpago y su vestido blanco como la nieve; los centinelas temblaron de miedo y quedaron como muertos. El ángel habló a las mujeres: Vosotras no temáis, ya sé que buscáis a Jesús el crucificado.
No, está aquí: HA RESUCITADO, como había dicho. Venid a ver el sitio donde yacía e id aprisa a decir a sus discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis.» Mirad, os lo he anunciado.
Ellas se marcharon a toda prisa del sepulcro; impresionadas y llenas de alegría corrieron a anunciarlo a los discípulos. De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: Alegraos. Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies.
Jesús les dijo: No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.