Sábado 10 de julio XIV Semana

*Sábado, 10 de julio*
*XIV semana del tiempo ordinario*

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

*Evangelio según San Mateo 10, 24-33*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus Apóstoles: Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su maestro, y al esclavo como su amo. Si al dueño de la casa lo han llamado Belzebú, ¡cuánto más a los criados!
No les tengáis miedo, porque nada hay cubierto, que no llegue a descubrirse; nada hay escondido, que no llegue a saberse. Lo que os digo de noche, decidlo en pleno día, y lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo.
¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones.
Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.

*Pistas*: ¡Ojalá fuésemos como Jesús! ¡Ojalá viviésemos como discípulos suyos! Pero ser como Él implica que vamos a provocar en las personas las mismas reacciones que Él causó. Unos serán capaces de descubrir a Dios en los que viven como Jesús enseñó, pero otros se rebelarán, criticarán, conspirarán, lucharán contra la acción de Dios en el mundo. Y el peor sufrimiento no es el que viene de fuera, sino el que viene de dentro. Pero tú, no tengas miedo.
Jesús ofrece un mensaje de esperanza en el Evangelio de hoy: no tengas miedo a las dificultades por vivir la fe y ser testigo de ella. La verdad al final resplandece. No tengas miedo de anunciar lo que Jesús te dice en lo escondido (en la intimidad de la oración). Porque el Padre cuida de ti. Jesús te promete hoy que Dios es providente, que no te abandona, que te cuida y protege. No tengas miedo. Ponte de parte de Jesús y el demonio no podrá engañarte llevándote por caminos que te hagan daño. Porque seguir a Jesús es vivir en la verdad.
“Temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo”. Se refiere al pecado, al demonio, a la mentira… y las consecuencias de esto en la vida.
Te invito a que releas el Evangelio pensando en varias cuestiones: ¿Eres discípulo de Jesús sin tener miedo a las dificultades? ¿Te pones con valentía de parte de Jesús o te dejas llevar por el mundo y sus criterios de una vida acomodada? ¿Te has amoldado al mundo para tener una vida más fácil o apuesta por Jesús?
Hoy Jesús te dice que si pones tu confianza en Dios y caminas en verdad, Él no falla, por dura que pueda ser la circunstancia. Con Él nada hay que temer, pero lejos de Él sólo hay falsas promesas, instantes fugaces de felicidad, no hay esperanza. Por eso: No tengas miedo.

*Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tú vida.*