Martes 4 de julio
Santa Isabel de Portugal
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)
Evangelio según San Mateo 8, 23-27
En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron.
De pronto se levantó un temporal tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; él dormía.
Se acercaron los discípulos y lo despertaron gritándole: ¡Señor, sálvanos, que nos hundimos! Él les dijo: ¡Cobardes! ¡Qué poca fe! Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma.
Ellos se preguntaban admirados: ¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y el agua le obedecen!
Pistas: Puedes imaginarte la escena: la barca, una tempestad en el lago (que es un mar), Jesús dormido y el miedo se apodera de los discípulos: «¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!”. La respuesta de Jesús es dura: “¡Cobardes! ¡Qué poca fe!”. La tempestad cesa por la palabra de Jesús y ellos quedan sorprendidos de su poder: “¿Quién es este?”.
Y ahora, llévalo a tu vida. La barca es tu vida. La barca es tu comunidad, tu parroquia, es la Iglesia. En ella va Jesús. Y ¡nada podrá hundirla, porque Jesús está en ella! Pero, tal vez, necesitemos despertarle. No por miedo o cobardía, sino para que Él guíe la barca y nos muestre su poder.
Ten fe: Jesús lo puede todo. Deja que Él lleve la barca de tu vida para que puedas navegar por sus rutas. Pero esto exige también por tu parte tomar decisiones, decir sí a Jesús y ser capaz de caminar junto a Él porque así lo deseas desde lo profundo de tu corazón. Y con el convencimiento de que en calma o en tempestad, sea fácil o difícil, Jesús va en tu barca.
Este viaje tiene un destino final: llegarás a la eternidad junto a Dios. Será la calma, la paz, la alegría, la plenitud. Jesús va contigo. Así que no seas cobarde, no dudes, ten fe. ¡Jesús, va contigo!
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.