Jueves 2 de noviembre
Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)
Evangelio según san Juan 14, 1-6
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.»
Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
Jesús le responde: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí.»
Pistas: El cielo, la vida eterna ¿Cómo podemos saber el camino? ¿Habrá algo más? ¿Será bueno? No podemos entender, imaginar, la grandeza del Reino.
Jesús ha ido delante preparando el camino. Es más, Él mismo es el camino. No temas, no dudes. Cree. Sabemos que hay vida eterna porque Jesús ha ido delante.
Jesús es camino hacia Dios, porque en Él y cerca de Él puedes descubrir quién es Dios, encontrarte con Él, experimentarlo. Jesús es verdad, porque en Él puedes hallar la verdad sobre Dios, sobre el hombre, sobre la existencia… Y es vida, porque da plenitud, porque a través de Él recibimos el Espíritu Santo que lo vivifica todo. Cristo no quedó vencido por la cruz, ni quedó muerto en el sepulcro. Su palabra es verdad, encontrarse con Él es vida.
Acércate a Jesús y encontrarás el camino, encontrarás la verdad y tendrás vida plena que dura hasta la eternidad. Descubrirás el camino de vida, de luz, de esperanza y de alegría que es la fe en Jesús.
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.