Viernes 9 de febrero
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)
Evangelio según San Marcos 7, 31-37
En aquel tiempo, dejando Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis.
Y le presentaron un sordo, que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos. El, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y mirando al cielo, suspiró y le dijo: Effetá (esto es, «ábrete»). Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos.
Pistas: Jesús está en la Decápolis, en tierra de paganos. Hoy le acercan un sordomudo, y no sólo no lo rechaza, sino que lo cura de un modo sorprendente. Es como si quisiera ir más allá. Le piden que le imponga las manos y podemos decir que Jesús entra en sus problemas: sus oídos y su lengua. Le toca, ora y el hombre queda sanado completamente: “Hablaba sin dificultad”.
Va quedando clara la apertura de la Buena Nueva a todos los hombres, sin distinción (al final del Evangelio será un pagano el que al pie de la cruz confiese: «Realmente este hombre es Hijo de Dios»).
Puedes fijarte en cómo hace las cosas Jesús. Si le pides que entre en tu vida, no hará las cosas a medias. No es un barniz superficial lo que Jesús hace. Si dejas que toque tu debilidad, Él te salvará. Quizás necesites apartarte un poco de la gente y dejar que Jesús te saque de la rutina, el ruido… para poder estar con Él. Tendrás que fiarte y creer en Él. Pero la recompensa será grande, porque todo cambiará. Serás libre de lo que te impedía conocer a Dios. Y entrarás en relación con Él y de un modo nuevo con los demás.
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.