Viernes 27 de abril

Viernes 27 de abril
IV semana de Pascua

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)

Hechos de los apóstoles 13, 26-33

En aquellos días, habiendo llegado Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la sinagoga: «Hermanos, descendientes de Abrahán y todos los que teméis a Dios: A vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación. Los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús ni entendieron las profecías que se leen los sábados, pero las cumplieron al condenarlo. Aunque no encontraron nada que mereciera la muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y, cuando cumplieron todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del madero y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. Durante muchos días, se apareció a los que lo habían acompañado de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo. Nosotros os anunciamos la Buena Noticia de que la promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos la ha cumplido a los hijos resucitando a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.’,»

Pistas: Pablo predica a judíos creyentes en la sinagoga. Les habla de que Jesús cumple y que en Él se hacen realidad las promesas anunciadas en la Palabra de Dios.
Por un lado, puedes pensar en esto, en la fuerza que tiene la Palabra de Dios que se cumple en Jesús. La fuerza que tiene la acción de Jesús que hace realidad las promesas de Dios de un modo insospechado. Asomarte al misterio de Cristo, rezar, adorarle, contemplar.
Por otro lado, puedes también fijarte en el discurso de Pablo. Cómo se adapta a sus oyentes. Parte de lo que conocen y les expone la verdad de Jesús, la Buena Noticia del Evangelio. Cristo cumple las promesas de la ley y los profetas, murió y resucitó, es el Hijo de Dios. Y de ello hay testigos, que son ahora los encargados de llevar a todos los pueblos la salvación de Jesús. Les anuncia la verdad.

Déjate interpelar por la Palabra de Dios este día ¿qué te dice? ¿qué te pide? y ora al Señor.

Relee la lectura, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.