Viernes 19 de enero
II semana del tiempo ordinario
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)
Evangelio según San Marcos 3, 13-19
En aquel tiempo, Jesús subió a la montaña, llamó a los que quiso, y se fueron con él.
A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios: Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges ─Los Truenos─, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, que lo entregó.
Pistas: Jesús llama, elige y capacita a sus discípulos y apóstoles. Les llama a estar con Él. A algunos de modo especial. Les hace partícipes de su mismo poder.
Así comenzó la Iglesia y así ha sido desde entonces. Jesús llama, elige, da su Espíritu Santo (da la capacidad para ser discípulo y para la misión) y envía. Personas de toda clase y condición, incluso aquellos que al final acaban fallando, como Judas.
Hoy, al leer este Evangelio, puedes pensar en la historia que comenzó con ese puñado de hombres y mujeres que seguían a Jesús. Puedes pensar en la Iglesia de hoy, con sus luces y sus sombras. Reza por ella. Son ese grupo que sigue a Jesús, y en ella hay de todo, también cosas mejorables. Pero es la que continúa la obra de Cristo.
Puedes también pensar en tu propia vocación, si estás en búsqueda o ya la has encontrado, cómo la estás viviendo. Reflexiona sobre lo que te dice Jesús hoy a ti, a qué te llama o envía, cuál es tu lugar como discípulo suyo. Jesús llama, elige, capacita y envía. También hoy. También a ti.
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.