Viernes 17 de marzo
San Patricio, obispo, conmemoración
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)
Evangelio según san Mateo 21, 33-43. 45-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon.
Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo, diciéndose: «Tendrán respeto a mi hijo.»
Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: “Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia.» Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron.
Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?»
Le contestaron: «Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos.»
Y Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en la Escritura: «La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente»? Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.»
Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Y, aunque buscaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta.
Pistas: Para entender mejor el Evangelio de hoy hay que situarlo en su contexto: los jefes de los sacerdotes y de los ancianos, y los fariseos, habían preguntado a Jesús con qué autoridad hacía las cosas. Ellos se consideraban los dueños de todo. Jesús les responde en tres momentos: 1) cuando ante su pregunta Él les responde con otra: les dirá con qué autoridad actúa si ellos toman postura ante las obras de Juan ¿son del Cielo o de la tierra? (Mt 21,24-27). 2) Cuenta la parábola de dos hijos (Mt 21,28-32). 3) Cuenta la parábola de la viña (Mt 21,33-46) que es el Evangelio de hoy.
La viña es Israel, el pueblo elegido. Dios lo ha bendecido y en su historia se ha revelado a ellos. Pero los que han cogido la viña –precisamente los que preguntan a Jesús por su autoridad- están manipulando para su propio interés la religión. Primero depreciaron a los profetas y a los que el Padre envió; ahora, al Hijo, al heredero, a Jesús, lo desprecian y lo rechazan. Lo quieren quitar del medio porque va contra sus intereses. Y dan su propia sentencia: Serán apartados y se les dará a otros la viña.
Jesús será despreciado por ellos e intentarán eliminarlo. Pone en evidencia la doble moral que practican y esto les escuece. Pero finalmente es constituido como la piedra angular, la que sostiene todo el edificio.
A los que cuidan y cuidamos la Iglesia se nos pide que demos fruto, que pongamos a Cristo en el centro. No sólo para los que tienen puestos de responsabilidad –a los que se les exigirá de acuerdo a ella-, sino para todos los bautizados, que tenemos la misión de vivir el Evangelio y anunciarlo, de cuidar la viña y hacer que dé fruto.
Os dejo un enlace por si queréis entender mejor los grupos que hay en la religión judía en tiempos de Jesús. https://www.dropbox.com/s/w9rf0jrx6jkz882/Grupos%20en%20la%20religi%C3%B3n%20jud%C3%ADa%20en%20tiempos%20de%20Jes%C3%BAs.pdf?dl=0
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.