Viernes 16 de junio
X semana del tiempo ordinario
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)
Evangelio según San Mateo 5, 27-32
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Habéis oído el mandamiento «no cometerás adulterio».
Pues yo os digo: el que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior. Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo.
Más te vale perder un miembro, que ser echado entero en el Abismo.
Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro, que ir a parar entero al Abismo.
Está mandado: «El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio».
Pues yo os digo: el que se divorcie de su mujer excepto en caso de prostitución la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio.
Pistas: Continúa Jesús con el esquema: “Habéis oído…, pero yo os digo”. Jesús va a la raíz de las cosas. No quiere una comprensión superficial de los mandamientos, sino que le da importancia a lo que sale del corazón. Por eso si algo te lleva a pecar, es mejor apartarlo de tu vida.
Propone Jesús hoy el ideal del amor: la entrega, la fidelidad. En el trasfondo está también la familia. Esto es lo que todas las personas buscan: amar y ser amados. Y la fe cristiana nos propone este mismo ideal. El adulterio lleva a pensar que el placer y el propio interés es lo principal. Muchas veces lleva también a utilizar a las personas o a sentirse utilizado.
Por eso, el “no cometerás adulterio” es elevado por Jesús a otro nivel y situado no como una norma externa a la persona sino como algo que responde a lo escrito en su interior. Es una llamada a vivir en el amor, a superar el egoísmo, a ser más libre y más feliz. Porque la fe es un camino hacia la felicidad en el que Dios siempre te está esperando.
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.