Sábado 8 de julio

Sábado 8 de julio
XIII semana del tiempo ordinario

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)

Evangelio según San Mateo 9, 14-17

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercaron a Jesús, preguntándole: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?
Jesús les dijo: ¿Es que pueden guardar luto los amigos del novio, mientras el novio está con ellos?
Llegará un día en que se lleven al novio y entonces ayunarán. Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto y deja un roto peor.
Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres: se derrama el vino y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan.

Pistas: Jesús hará nuevas las cosas por su nacimiento, por su muerte y resurrección y por el envío del Espíritu Santo. Todo lo hace nuevo.
Entre los judíos era obligatorio ayunar, Jesús enseña a sus discípulos a ayunar para que lo vea Dios, no los hombres. Todo gira y girará en torno a conocer a Jesús y establecer una relación con Él. Sin eso, para los judíos, pero también para ti que has recibido una formación cristiana, serás un odre viejo que intenta meter un vino nuevo y se rompe. O un trozo de tela que rasga al tirar de lo viejo.
¿Y tú cómo te sientes? ¿como una tela vieja? Quizás te parezca que esto no es para ti. Pero Cristo ha hecho las cosas nuevas por ti. Él te hará odre nuevo, de modo que podrás acoger el vino nuevo de la vida y salvación de Jesús.
La clave está en el encuentro con Jesús. Fuera de ahí todo lleva a la destrucción: se rompe el manto, se revientan los odres. Porque si quieres que Jesús entre en tu vida no podrás seguir viviendo igual. El poder del Espíritu Santo te transformará haciéndote un hombre nuevo. para que puedes estar lleno de su presencia.
Estar unidos a Jesús es la clave. Desde ahí todas las demás decisiones cobran sentido. Porque Jesús hará cosas nuevas en ti.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.