Sábado 4 de noviembre

Sábado 4 de noviembre
San Carlos Borromeo, obispo

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)

Evangelio según San Lucas 14, 1. 7-11
En aquel tiempo, entró Jesús un sábado en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso este ejemplo: Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro, y te dirá: Cédele el puesto a éste. Entonces, avergonzado, iras a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.
Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
Pistas: Dice Santa Teresa de Ávila: "La humildad es la verdad”. Y Jesús pone a los fariseos del Evangelio de hoy ante la verdad de sus intenciones y motivaciones. A la vez, intenta enseñarles el camino de la humildad frente a las apariencias y la soberbia. El humilde es capaz de ver las cosas como son: lo bueno como bueno y lo malo como malo. También en su propia vida. Y esto les hace enfrentarse mejor a la realidad.
¿Cómo puedo ser humilde? Jesús propone vivir en la verdad, poner como criterio el amor a Dios y al prójimo, servir a los demás… Así que para ser humilde lo primero es rezar, pedir a Dios que nos llene de su Espíritu, del Espíritu de la verdad. Y colaborar con su gracia venciendo la soberbia que lleva a tenerse por más o querer vivir en el reconocimiento, el poder, la fama o la imagen. Pero también es necesario saber que ser humilde no es tener una imagen negativa o desfigurada de uno mismo.
Eres hijo de Dios amado incondicionalmente por Él, que en Jesús te ha salvado, con el Espíritu Santo te llena de vida, de fuerza, te da sus dones, Pero también eres pecador y te apartas muchas veces de ese amor. Si te olvidas de quién eres andarás buscando glorias humanas, consuelos vacíos, y así te enaltecerás o te despreciarás. Si vives en la verdad, serás humilde y Dios te levantará cada día llenándote de su amor, mostrándote que eres mucho más de lo que piensas.
Éste es el camino de la verdad y el amor que Jesús te invita a recorrer y que te hará feliz.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.