Sábado 28 de abril

Sábado 28 de abril
San Pedro Chanel, presbítero y mártir
San Luis María Grignion de Montfort, presbítero

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)

Hechos de los apóstoles 13, 44-52
El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra de Dios. Al ver el gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras de Pablo.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron sin contemplaciones: «Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: «Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra.»» Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron.
La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio. Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad, y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo.

Pistas: Leíamos ayer la predicación de Pablo en la sinagoga dirigida de modo especial a los creyentes judíos. El mensaje de Jesús es atrayente y al sábado siguiente encontramos a un gentío que quieren escuchar la Palabra de Dios. Seguro que por motivaciones distintas, pero un gran número de personas querían oír hablar de Jesús.
Es curioso. Los que lo tenían todo a favor para creer se resisten y atacan a Pablo y Bernabé, que les anuncian que Jesús está vivo y que las promesas del Antiguo Testamento se cumplen en Él. Y los gentiles, los que no saben, los que no conocen la Ley y los Profetas, acogen el mensaje, se alegran y alaban al Señor.
¿Qué sentimientos hay en cada grupo? ¿Qué busca cada uno? Los judíos tienen envidia, conspiran… No les importa la verdad. Los que escuchan la Palabra están dispuestos a cambiar, a encontrar, a dejarse iluminar por la luz de Jesús.
Puedes pensar con cuál de las dos actitudes te identificas más. O si a tu comunidad, a tu Iglesia, se le ha pegado una actitud parecida a la de los judíos, más preocupados de mantener estructuras, ideas, modos de hacer, que de buscar la verdad y descubrir a Dios.
La fe es un don. Por eso dice: “Los que estaban destinados a la vida eterna, creyeron”. Pero a la vez es una tarea, por eso les dice a los judíos: “La rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna”.
Cuando se abre el camino del Evangelio aparecen dificultades, persecuciones, conspiraciones… que aparentemente tendrían que frustrar el nuevo camino que se recorre. Pero sucede todo lo contrario: “Los discípulos quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo”. Hacen lo que Jesús dijo: siembran, no imponen; anuncian, no lavan el cerebro… Y cuando les rechazan continúan su camino manteniéndose fieles a Jesús y a la verdad.
“Llenos de alegría y de Espíritu Santo”. Si quieres ora con esto, porque así tienen que estar los discípulos de Jesús. Que las dificultades no te amarguen tu caminar con Jesús, porque Él siempre estará para ti y abrirá caminos donde no parezca que haya nada más.

Relee la lectura, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.