Miércoles 30 de mayo

Miércoles 30 de mayo
San Fernando

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)

Evangelio según San Marcos 10, 32-45
En aquel tiempo, los discípulos iban subiendo camino de Jerusalén, y Jesús se les adelantaba; los discípulos se extrañaban y los que seguían iban asustados.
El tomó aparte otra vez a los Doce y se puso a decirles lo que le iba a suceder: Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del Hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los letrados, lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán; y a los tres días resucitará.
Se le acercaron los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir. Les preguntó: ¿Qué queréis que haga por vosotros? Contestaron: Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Jesús replicó: No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar? Contestaron: Lo somos. Jesús les dijo: El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado. Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo: Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del Hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.

Pistas: Se acerca la muerte de Jesús, sus discípulos se asustan. Muchas veces, cuando las situaciones son complicadas, sacan lo mejor de nosotros. Pero en este caso sucede al revés. Se ponen a discutir de puestos, de honores… es como si no hubieran entendido nada de lo que Jesús les ha enseñado.
Él los reúne y les vuelve a enseñar que no quiere que sean como los poderosos del mundo que basan su poder en la tiranía y la opresión. ¿Quieres ser grande? hazte servidor de todos. ¿Quieres ser el primero? hazte esclavo de todos. Aprende a servir.
Piensa en tu vida, en cosas concretas. ¿Sirves o buscas que te sirvan? ¿eres humilde y amas a los demás? ¿o, más bien, intentas quedar por encima, salirte con la tuya, que reconozcan lo bueno que eres…?
Jesús entrega su vida. Ése es el modelo. Puedes hoy darle gracias por su amor y entrega. Él, siendo Dios, siendo el único hombre que ha merecido que le sirvan porque no hizo más que el bien a todos, se hizo el último, hasta el extremo de entregar la propia vida por amor a todos. Hasta el extremo de pedir el perdón para sus enemigos desde la cruz.
¿Quieres ser grande? Adora a Jesús, síguele, despréndete de todo lo que te hace buscar un camino equivocado y elige el de amar y servir, el de entregar la vida. Y así encontrarás la verdadera vida y serás verdaderamente importante.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.