Miércoles 29 de noviembre

Miércoles 29 de noviembre
XXXIV semana del tiempo ordinario

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 21, 12-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: así tendréis ocasión de dar testimonio.
Haced propósito de no preparar vuestra defensa: porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá: con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.

Pistas: Seguir a Jesús es exigente. Requiere compromiso y un estilo de vida determinado. Las visiones edulcoradas del cristianismo son, en el mejor de los casos, un sucedáneo que no satisface ni conduce a encontrar lo que Jesús promete. Por eso Jesús habla claramente de lo que implica ser discípulos suyos. Generalmente, las cosas que merecen la pena en la vida exigen esfuerzo y sacrificio. Y en la fe también.
No engaña a nadie. Anuncia persecuciones, odios y hasta que habrá quienes perderán la vida por su causa. En nuestros días ser cristianos sigue implicando, para muchos, entregar la vida. Su testimonio es una llamada de atención a todos los que creemos en Jesús. Pero yo, que lo tengo relativamente fácil, ¿cómo vivo mi fe? ¿qué testimonio y qué compromiso tengo con mi fe? Los cristianos que entregan su vida nos interpelan para que vivamos más auténticamente. Para que demos testimonio. Para que perseveremos en nuestra entrega, en nuestra lucha por ser fieles.
La promesa de Jesús es la salvación. Él mismo ha pasado por la cruz, por la muerte, por la traición… Pero venció. Y su victoria nos enseña que al final, por mucha injusticia y mal que haya, el poder de Dios vencerá.
Mira a tu propia vida, tus luchas, las dificultades que tienes… Hoy el Evangelio te recuerda que Dios no falla.

(En esta página https://www.puertasabiertas.org/ puedes leer sobre la situación de los cristianos perseguidos en el mundo)

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.