Miércoles 27 de septiembre
San Vicente de Paúl, prebítero
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)
Evangelio según San Lucas 9, 1-6
En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles: No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco llevéis túnica de repuesto. Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si alguien no os recibe, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa. Ellos se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y curando en todas partes.
Pistas: Fijémonos en lo que sucede. Jesús reúne a sus Apóstoles. Primero crea comunidad en torno a Él. Después les da poder y autoridad y los envía. Les pide que se fíen de Él, dándoles unas instrucciones concretas. Les envía. Y ellos se ponen en camino, hacen lo que Jesús les manda y el Reino es anunciado con palabras y signos.
Lo material (bastón, alforja, pan, dinero), las seguridades (la túnica de repuesto), prosperar (buscar otro sitio mejor para hospedarse), el éxito (te reciban o no), nada de esto es fundamental. La clave es obedecer lo que Jesús nos dice, porque Él capacita, da poder y autoridad. Él nos envía a ponernos en camino haciendo lo que manda.
Lo mismo que aquellos Doce, en la vida de los santos y en la tuya también, siempre que Jesús te pida algo, te dará la fuerza, la capacidad y la autoridad para hacerlo. Y si te fías de Él y aprendes a ser discípulo suyo anunciarás la Buena Nueva y el mal irá perdiendo terreno. Entonces, podrás ver las maravillas de la salvación en el mundo y en tu vida.
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.