Miércoles 25 de octubre

Miércoles 25 de octubre
XXIX semana del tiempo ordinario

(Recuerda: 1. Pide el Espíritu Santo 2. Lee despacio y entiende 3. Medita qué te dice la Palabra de Dios 4. Ora, respóndele al Señor)

Evangelio según San Lucas 12, 39-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis, viene el Hijo del Hombre.
Pedro le preguntó: Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos? El Señor le respondió: ¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo al llegar lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes.
Pero si el empleado piensa: «Mi amo tarda en llegar», y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse; llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra, recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá.

Pistas: Estar vigilantes, perseverancia, esfuerzo, responsabilidad… son palabras que resumen lo que nos enseña hoy el Evangelio.
“Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá”. Estas palabras de Jesús nos invitan a la responsabilidad. A veces hemos tratado de enseñar y vivir un cristianismo de rutinas y ritos, que no afecta en nada a la vida, a lo cotidiano. Y al final ese tipo de creencia se vuelve vacía. Y lleva a la frustración y al sufrimiento, a la increencia o a la hipocresía.
Sin embargo, si te preocupa no dejar entrar al mal y al pecado en tu vida (estar atento a que el ladrón no abra un boquete). Si quieres ser fiel al Señor porque sabes que te ama, que no hay mejor camino que servirle y corresponderle. Si no te apropias de lo que el Señor ha puesto en tus manos (como el empleado de la parábola). Si vives de este modo, ayudarás a Jesús a extender su Reino. Las personas que te rodean podrán descubrir el gran tesoro del Evangelio. Experimentarás la alegría de la fe y de contagiarla. Podrás ver cómo las cosas se transforman en tu propia vida y a tu alrededor. Cuanto más te entregues, más podrás percibirlo.
Elige entre una vida acomodada que acaba lejos de la fe, o la entrega y la fidelidad que te harán crecer, que transforma las cosas y está presente en tu día a día.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.