Miércoles 1 de noviembre

Miércoles 1 de noviembre
Solemnidad de Todos los Santos

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)

Evangelio según san Mateo 5, 1-12a
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
-«Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa.
Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo,»

Pistas: Hoy la Iglesia celebra la fiesta de todos los santos. Y nos propone el pasaje de las bienaventuranzas, que refleja el estilo de vida de Jesús. No nos habla de grandes obras, de proyectos, de éxito… Sino que nos presenta unas actitudes para afrontar la vida. O, más bien, las que son consecuencia de tener a Dios en el corazón, de tener una relación con Él y aprender a vivir como hijos suyos.
Además, ser santo es ser feliz, dichoso. No significa que no haya sufrimientos y dificultades, luchas y trabajos, incluso persecuciones, necesidades, críticas… Pero tendrás a Dios en el corazón, construirás su Reino, cambiarás el mundo para mejor, y al final estarás con Dios por la eternidad. Donde ya no hay sufrimientos ni tristezas. Una eternidad de alegría, de gozo, de comunión con Dios y con toda la creación redimida.
Puedes rezar con cada una de las bienaventuranzas. Intentar reconocer en tu Pistas: El cielo, la vida eterna ¿Cómo podemos saber el camino? ¿Habrá algo más? ¿Será bueno? No podemos entender, imaginar, la grandeza del Reino.
Jesús ha ido delante preparando el camino. Es más, Él mismo es el camino. No temas, no dudes. Cree. Sabemos que hay vida eterna porque Jesús ha ido delante.
Jesús es camino hacia Dios, porque en Él y cerca de Él puedes descubrir quién es Dios, encontrarte con Él, experimentarlo. Jesús es verdad, porque en Él puedes hallar la verdad sobre Dios, sobre el hombre, sobre la existencia… Y es vida, porque da plenitud, porque a través de Él recibimos el Espíritu Santo que lo vivifica todo. Cristo no quedó vencido por la cruz, ni quedó muerto en el sepulcro. Su palabra es verdad, encontrarse con Él es vida.
Acércate a Jesús y encontrarás el camino, encontrarás la verdad y tendrás vida plena que dura hasta la eternidad. Descubrirás el camino de vida, de luz, de esperanza y de alegría que es la fe en Jesús.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.
vida esas situaciones y ver si estás actuando como te pide el Evangelio. Sólo es posible vivir de este modo con la fuerza de Dios, cuidando la relación con Él. Sólo es posible con la presencia del Espíritu Santo y la fuerza de sus dones. Por eso, no se trata de apariencias, de recetas mágicas o de tradiciones sin vivencia. Al contrario. Es estar con Jesús, aprender de Él y, al vivir como discípulos suyos, ser hijos. Así nuestra vida es transformada. Y así seremos bienaventurados, pase lo que pase en nuestra vida.
Tú, que estás leyendo estas pistas, también estás llamado a ser santo, a ser feliz. Pase lo que pase, te rodee lo que te rodee, Jesús te dice que puedes ser dichoso. Él ha ido delante mostrándote el camino, que es el de la autenticidad, el de la entrega, el de la verdad. El camino que lleva a una felicidad que no depende de lo material, sino que es plena. El camino que lleva a Dios.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.