Martes 6 de marzo

Martes 6 de marzo
III semana de cuaresma

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)

Evangelio según san Mateo 18, 21-35
En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?» Jesús le contesta: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: «Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo.» El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: «Págame lo que me debes.» El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: «Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré.» Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: «¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?» Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.»

Pistas: Jesús te propone buscar la plenitud y no conformarte con menos. Pero Pedro, igual que hacemos nosotros también muchas veces en la vida, busca encontrar unos mínimos con los que cumplir y poder quedar satisfecho e incluso juzgar a los que no lo hacen. ¿Cuántas veces hay que perdonar? ¿Cuántas veces tengo que hacer las cosas bien, aunque los demás las hagan mal o no las merezcan? ¿Cuántas veces tengo que amar al que no me ama? ¿Si lo hago un número de veces, seré mejor que los demás?
El estilo de vida de Jesús es el reto. Ser como Él, amar como Él, vivir como Él. Y por eso un cristiano no puede aceptar una vida mediocre (necesita convertirse cada día de sus pecados) porque quiere vivir en el amor y seguir a Jesús. Ni puede conformarse con una sociedad injusta, ni con una Iglesia o una comunidad de mero cumplimiento. Tiene que luchar –como lo haría Jesús- porque su propia vida y lo que le rodea cambie con la fuerza del Espíritu Santo que habita en ti.
Jesús trata el tema del perdón en el Evangelio que has leído. Pregúntate: ¿hay faltas de perdón en tu vida? ¿guardo rencor en mi corazón hacia alguien? Tal vez hay personas que no merecen que las perdones. Pero no se trata de eso sino de descubrir lo que hace Dios contigo, que te ama y perdona incondicionalmente y siempre (aunque para poder descubrirlo, sentirlo y vivir en ese amor no se puede actuar de cualquier manera). Si Dios te ama de este modo ¿qué debes hacer con los demás? No se trata de perdonar de boquilla, sino “de corazón”. Esto no quiere decir sentirlo, quiere decir elegirlo, optar por vivir siempre en el amor y el perdón. Quiere decir que en lo profundo de tu ser, allí donde se toman las decisiones (aunque a veces haya que luchar contra lo que puedas sentir) tú eliges amar y perdonar siempre y a todos.
Con la fuerza del Espíritu Santo ¿eliges cumplir y buscar mínimos o eliges la vida en el Espíritu: amar y perdonar?

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.

(Culpa y responsabilidad… y perdón: Will Smith https://www.youtube.com/watch?v=UpZ9j4PfkXE )