Lunes 9 de abril

Lunes, 9 de abril
Anunciación del Señor. Solemnidad

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)

Evangelio según san Lucas 1, 26-38

A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.» Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y la dejó el ángel.

Pistas: Hacemos hoy un paréntesis en la Pascua con la fiesta de la Anunciación o de la Encarnación. Y volvemos a rezar con este Evangelio de San Lucas, que nos hace asomarnos al misterio de la Virgen Madre, del Dios-con-nosotros, del Hijo de Dios que se hace hombre.
Hay muchos temas que te puede sugerir este texto para ayudarte a rezar: cómo Dios no hace las cosas sin nosotros –María responde: “hágase en mí según tu palabra”´-. Es el Dios de la alegría, el que trae salvación, el que hace posible lo imposible, el que ahuyenta el temor.
Es asombroso, sorprendente, impresionante, lo que nos cuenta este relato. El Hijo de Dios se hará hombre en el seno de una mujer. Y se lo anuncia como si le pidiera “permiso”.
Mira ahora tu vida. Si Dios te está llamando a algo, siempre te dirá: no temas. Te hará ver el camino que quiere para ti. Te hará descubrir que para Él nada es imposible. Y si le dices: “sí”, verás en tu vida y en la de los que te rodean las maravillas de Dios.
Lee otra vez despacio el Evangelio, deja que te hable al corazón, que ilumine tu vida. Y si algo te llama la atención, piénsalo, reza un rato con ello, alaba a Dios. O pídele, dale gracias…
Además, hoy celebramos la Jornada por la vida. La Iglesia nos invita a concienciarnos en esta jornada del don que es la vida humana. Cada vida es única e irrepetible. Para Dios cada persona es valiosa y digna. Por eso, hoy puedes rezar también por las personas que Dios pone en tu vida: por tus familiares y amigos. Pero también por los que están todavía por nacer, para que en este mundo encuentren un lugar de protección y crecimiento en lo físico y en la fe.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.