Lunes, 8 de enero
I semana del tiempo ordinario
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)
Evangelio según San Marcos 1, 14-20
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Decía: Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: Convertíos y creed la Buena Noticia.
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban
echando el copo en el lago.
Jesús les dijo: Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, hijo del Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca
repasando las redes.
Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.
Pistas: En las próximas semanas vamos a leer el Evangelio de San Marcos. Juan ha sido arrestado ya y Jesús anuncia que “se ha cumplido el plazo”. Es el tiempo de que se cumplan las promesas. Por eso “está cerca el Reino de Dios” que, como iremos descubriendo, se identifica con Jesús mismo y su misión. Ante esa realidad que se hace presente hay que optar: “convertíos y creed la Buena Noticia”.
Y Jesús busca unos hombres a los que llama para que estén con Él. Pero no sólo por eso, sino también para que puedan ser sus testigos y continuar su misión.
La Palabra de Dios es siempre nueva. Y con la luz del Espíritu te habla al corazón. Las palabras de hoy son para ti también. Así que lee el Evangelio, fíjate en cómo Simón, Andrés, Santiago, Juan… ponen a Jesús en el centro de sus vidas. Y, ahora, deja que este Evangelio te hable y ora con él.
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.