Lunes 26 de febrero
II semana de cuaresma
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)
Evangelio según san Lucas 6, 36-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros.»
Pistas: Hace poco un amigo compró unas gafas azules y nos enzarzamos en una discusión: ¿eran azules o negras? Hasta que las comparamos con algo negro no hubo manera de convencernos: eran azules.
Un sacerdote antes de salir a la misa comprobó que el paño que usa para limpiar el cáliz estaba limpio y así le parecía. Pero, cuando salió y lo puso sobre el altar con el mantel blanco y más luz, se dio cuenta que no estaba limpio.
Este Evangelio nos plantea cuál es el modelo del discípulo de Jesús. Ser compasivos, no juzgar, no condenar, perdonar y dar. Todo esto, como lo hace el Padre. Como muestra Jesús que es el rostro del Padre.
Así que, si quieres ser discípulo de Jesús, no vale una religión de mínimos y cumplimiento. No vale una vida mediocre. La propuesta de Jesús es la vida en el Espíritu Santo. Sólo así podrás abrirte al amor transformador de Dios. ¿Cómo vas a permitir que Dios te ame, te salve, te perdone, se dé a ti y te dé todo lo que necesitas, si cierras tu corazón a vivir lo que Él te regala? Lo que Jesús propone es ser perfectos como el Padre es perfecto.
La medida de la gracia de Dios no es cualquier cosa. Siempre superará lo que esperas. Pero tienes que abrir la puerta y colaborar con ella. Es una medida generosa, colmada, remecida (como en una medida de legumbres, que al moverla caben más) y rebosante. Dios siempre te dará más. Y la clave es entrar en la dinámica de su amor. Amar, perdonar, no juzgar…. Practicando todo esto descubrirás que es posible y la gracia de Dios cada día crecerá en ti.
Pero si amas tacañamente, si juzgas, si no perdonas ¿cómo podrás acoger la gracia de Dios? La medida es el amor de Dios. ¿Quieres vivir en el amor?
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.