Lunes 19 de marzo
San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María, solemnidad
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)
Lectura del santo evangelio según san Mateo 1, 16. 18-21. 24a
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
-«José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.
Pistas: El Evangelio comienza con el final de la genealogía de José, del linaje de David, de cuya descendencia nacerá el Mesías según las promesas del Antiguo Testamento. José, esposo de la Virgen, de la cual nació Jesús, siendo ésta Virgen. Porque lo que sucede en Jesús es tan grande que supera todo lo que podemos imaginar, esperar o soñar. Jesús es más que un descendiente de David. Es el Hijo de Dios.
Pero fijémonos en este día de San José en la figura del esposo de la Virgen María y el padre adoptivo de Jesús. Era un hombre justo, enamorado de María y bueno. Fue un hombre que se dejó sorprender por Dios y fue capaz de descubrir la voluntad de Dios, y con ella cambiar sus planes y proyectos. También lo tuvo que hacer María. Para ellos descubrir y aceptar el plan de Dios significa, por un lado, que algo sorprendente y extraordinario va a suceder en sus vidas. Por otro, que van a tener que cambiar sus planes y proyectos, y fiarse de que Dios les guía.
Ahora piensa en tu vida. Dios también quiere guiarte. Cumplirá sus promesas de salvación y plenitud para ti. Pero hay que recorrer un camino de confianza y apertura a su voluntad y a su luz para tus decisiones.
Si te sientes estancado, tal vez necesites dejar que Dios rompa tus esquemas. Si hay dificultades y contrariedades en tu vida, pídele ser justo como San José, y que te muestre el camino. Lo hará, sea como sea, mostrará su sueño para tu vida. Por último, fíate… José podía haber pensado que no era real lo que sucedía: demasiado increíble, demasiado raro, imposible… Y sin embargo fue posible y cambió la historia.
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.