Jueves 14 de diciembre

Jueves 14 de diciembre
San Juan de la Cruz, presbítero y doctor de la iglesia

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)

Isaías 41, 13-20
Yo, el Señor, tu Dios, te agarro de la diestra y te digo: «No temas, yo mismo te auxilio.»
No temas, gusanito de Jacob, oruga de Israel, yo mismo te auxilio —oráculo del Señor—, tu redentor es el Santo de Israel.
Mira, te convierto en trillo aguzado, nuevo, dentado: trillarás los montes y los triturarás;
harás paja de las colinas; los aventarás, y el viento los arrebatará, el vendaval los dispersará;
y tú te alegrarás con el Señor, te gloriarás del Santo de Israel.
Los pobres y los indigentes buscan agua, y no la hay; su lengua está reseca de sed. Yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. Alumbraré ríos en cumbres peladas;
en medio de las vaguadas, manantiales; transformaré el desierto en estanque y el yermo en fuentes de agua; pondré en el desierto cedros, y acacias, y mirtos, y olivos; plantaré en la estopa cipreses, y olmos y alerces, juntos. Para que vean y conozcan, reflexionen y aprendan de una vez, que la mano del Señor lo ha hecho, que el Santo de Israel lo ha creado.

Pistas: El profeta se dirige al pueblo de Israel en el destierro en Babilonia. Deportados, despreciados, explotados, en medio de un pueblo pagano, con tentaciones, perdidos, desanimados… Y tú ¿te sientes pequeño, insignificante? ¿parece que nada va a cambiar ni en tu vida ni en el mundo? ¿parece que da igual creer o no, ser fiel o no? ¿ves tu pobreza e indigencia? ¿estás sediento y buscas calmar tu sed en donde no brota el agua viva? ¿parece que caminas por el desierto?
La Palabra de Dios es para ti. “No temas”. Te dice el Señor: “No temas, yo mismo te auxilio”. Él te agarra para guiarte y sostenerte. Eres pequeño, débil, somos pocos… Pero Dios está contigo, tienes un redentor. No te abandonará. Te responderá. Hará brotar ríos en el desierto. No sólo eso. Habrá vida, un paraíso. Todo será nuevo.
Las promesas del Señor son para ti, son para su Iglesia, para su pueblo: promete estar contigo. Promete que triturarás los montes. Superarás las dificultades. Podrás alegrarte con tu Dios.
Dios cumple sus promesas. Pídeselo, para ti, para tu parroquia, para tu comunidad, para nuestro mundo ¿Cuántos se sienten necesitados o buscan sin saber que la respuesta es Jesús? ¿cuántos sedientos, pobres, perdidos…? Necesitan ver que la mano de Dios está con los que confían en Él. Para que “vean y conozcan, reflexionen y aprendan de una vez, que la mano del Señor lo ha hecho”.

Una canción hoy que que te puede ayudar a rezar: https://www.youtube.com/watch?v=es34Nr2JovU

Relee la lectura, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.