Domingo 6 de mayo

Domingo 6 de mayo
VI Domingo de Pascua

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)

Evangelio según san Juan 15, 9-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado par a que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.»

Pistas: Hoy San Juan nos pone frente a dos pilares de nuestra fe: el amor y la alegría. Jesús se dirige a sus discípulos y en cada frase va ayudándoles a entender cómo es y cómo debe ser su relación con Él. Jesús dice que el que le acepta no es ya un ser amargado, triste o taciturno, sino que conoce la esencia de la ilusión, de la esperanza, de la felicidad.
El modelo del amor es el que el Padre y Él tienen. Y Jesús invita a vivir en el amor. De nada sirve ser una persona religiosa sin entrar en el amor de Dios y al prójimo. Se trata de mantener una relación. Ésta es la clave: permanecer en Jesús, permanecer en su amor.
Jesús quiere que estés lleno de alegría. Quiere que seas feliz. Y explica que el camino para lograr eso es permanecer en el amor. Párate a pensar un momento: ¿qué significa, qué implica, qué consecuencias tiene para la vida del que quiera ser discípulo de Jesús esta llamada? Él mismo lo explica: cumplir los mandamientos, amar como Jesús ha amado, dar la vida. No vale vivir de cualquier modo.
Y Jesús va delante: entrega su vida. Las palabras de Jesús adquieren un significado nuevo y pleno cuando resucita. Ha entregado su vida por ellos y por ti. Y lo único que pide a cambio es que seas amigo suyo, que le conozcas, que ames y te dejes amar. Te ofrece poder entrar en la vida de Dios. Esto significa poder conocerle.
Y esto es gratis. Te ha elegido porque ha querido. Te ha regalado la fe. Estás ahora rezando con su Palabra porque Él te ha llamado. Y te ha destinado a dar fruto, y un fruto que dure. Es decir, ser discípulo no es un barniz superficial, sino algo que transforma tu vida y que se nota. Por eso, si respondes a la llamada de Jesús, tu vida dará fruto. Esto está garantizado porque Jesús cumple sus promesas. Y la única condición es que permanezcas en Él y vivas en el amor.
Además, no te dejará desamparado: “De modo que lo que pidáis al Padre, en mi nombre os lo dé”. Jesús va delante. No es una imposición ni una servidumbre, ni algo que vaya contra el hombre. Todo lo contrario: amor, plenitud, alegría, amistad, elección, dar fruto… Esto te ofrece Jesús ¿qué le vas a responder?

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.