Domingo 29 de octubre

Domingo 29 de octubre
XXX domingo del tiempo ordinario

(Recuerda: 1. Pide el Espíritu Santo 2. Lee despacio y entiende 3. Medita qué te dice la Palabra de Dios 4. Ora, respóndele al Señor)

Evangelio según San Mateo 22, 34-40
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se acercaron a Jesús y uno de ellos le preguntó para ponerlo a prueba: Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley? Él le dijo: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.» Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.

Pistas: Amar, tal como Jesús lo entendía, vivía y explicaba, es el camino para estar en Dios, para conocer a Dios, para cumplir todo lo que Dios ha querido enseñarnos. Es el cimiento. Es un ejercicio que se fundamenta en la voluntad, no sólo en el sentimiento. Que nace de nuestro corazón que desea vivir el Reino de Dios. Y sin él nada tiene sentido.
Es una palabra muy gastada también. Llamamos amor a demasiadas cosas. Al rezar con el Evangelio de hoy piensa cuántas veces llamas amor a actitudes que se parecen más al egoísmo o al interés. Puedes leer 1 Cor 13 ( https://www.bibliacatolica.com.br/es/la-biblia-de-jerusalen/i-corintios/13/ ), te ayudará a comprender la visión bíblica del amor.
Éste es el camino y no hay otro: amar. Da igual que seas muy religioso, que hagas muchas cosas por los demás… Sin amor falta la base y todo será cada vez más vacío, absurdo y triste.
Una última reflexión antes de que releas el Evangelio y reces. El amor es un don de Dios, es el Don, es el Espíritu Santo. Sólo Dios ama perfectamente, tan perfectamente que se entrega a sí mismo a nosotros y nos llena de su presencia amorosa, nos llena del Espíritu Santo. Es amor que se entrega, que se da, que transforma, que llena de fuego, de dones, de vida a aquél que lo acoge. Y es tarea. El amor crece amando. El amor se conoce sabiéndose amado y amando.
Pide hoy el Espíritu Santo, el Amor, que te inunde y te lleve a amar como Dios ama.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.