Domingo 26 de febrero
VIII del tiempo ordinario
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Respóndele con tu oración)
Evangelio según San Mateo 6, 24-34
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
—Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.
Por eso os digo: no estéis agobiados por la vida pensando qué vais a comer, ni por el cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?
¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso.
Sobre todo, buscad el Reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.
Pistas: Como sacerdote de una zona rural he tenido la ocasión de hablar con muchas personas mayores y hay una frase que repiten: “Antes teníamos menos y éramos más felices. Ahora cada uno va a lo suyo pero antes nos ayudábamos…”. Es verdad que muchas veces el pasado nos parece mejor. Pero también es cierto que nos hemos ido volviendo cada vez más materialistas, más encerrados en nuestros intereses. Parece más importante tener y aparentar que ser. Jesús lo dice hoy en el Evangelio: ¿Qué es lo que importa más? ¿El dinero, tener, lo material? Si sirves a eso dejarás de servir a Dios y dejarás de vivir como Jesús nos ha enseñado.
Hoy leemos: “Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, lo demás se os dará por añadidura”. Buscar el Reino es vivir como discípulos de Jesús, construir la sociedad, las relaciones, la familia… que Jesús enseñó. La justicia de Dios se identifica con su amor y misericordia. No es la justicia del “ojo por ojo” sino la del amor. Por eso buscar la justicia es vivir en el amor y saber que sólo en Jesús hay salvación.
Además Dios es providente, Él cuida de nosotros. Hace un tiempo me contó un amigo sacerdote que se había quedado sin dinero a principios de mes por ayudar a su familia y a una persona de la parroquia. Estaba pensando qué hacer cuando al día siguiente entró una señora en la sacristía y le dijo: “Toma, esto es para ti. Ni para la parroquia ni para los pobres, porque tienes muchos gastos y nadie lo sabe”. Si os pidiera que me escribierais las veces en las que habéis sentido el cuidado de Dios en vuestra vida podríamos escribir unos cuantos libros.
Poner a Dios en el centro. Confiar en Él. Buscar su Reino y su justicia. Haz esto y tendrás la verdadera felicidad.
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.