Archivo de la categoría: Lectio divina

Jueves 24 de junio

*Jueves, 24 de junio*
*Natividad de San Juan Bautista*

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

*Evangelio según san Lucas 1, 57-66. 80*
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban.
A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan.» Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama así.» Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.
Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: «¿Qué va a ser este niño?» Porque la mano del Señor estaba con él.
El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.

*Pistas*: El nacimiento de Juan Bautista estuvo rodeado de hechos extraordinarios. Unos ancianos, una mujer estéril ¿Qué será ese niño?
Dios muestra su poder en lo que el mundo ya no da ninguna esperanza. Lo mismo pasa con Jesús: hijo de una familia humilde, exiliado de niño, despreciado por muchas de las autoridades religiosas y políticas de su tiempo, traicionado por los suyos, condenado como un delincuente… Y, cuando parece que ya no hay esperanza, Dios hace lo imposible posible. Puedes pensar en tu vida también e iluminar tus situaciones con lo que nos dice el Evangelio de hoy.
Le iban a poner Zacarías para seguir la tradición (esto tiene gran importancia en la cultura semita). Pero Dios va a hacer cosas nuevas a través de la vida de este niño. Rompen la tradición, algo nuevo va a suceder. Se llamará Juan. ¿Qué va a ser este niño?
Zacarías se había quedado mudo porque no fue capaz de creer lo que el ángel le había prometido. Cuando por fin se fía, cuando cumple la voluntad de Dios, su boca se suelta y alaba a Dios. Como cuando alguien entra en el camino del Reino de Dios y entonces entiende lo que antes no entendía. Puede expresarse de un modo nuevo, comprende lo que antes le resultaba extraño, y su vida ya no es la misma.
Y Juan el Bautista crece y se fortalece. Se prepara en el desierto, en las dificultades, el sacrificio. Allí donde sólo lo fundamental es importante, hasta que está listo para su misión.
Deja que te hable la Palabra de Dios, que enseña que Él abre caminos en la vida de los que creen.

*Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.*

Miércoles 23 de junio semana XI

*Miércoles, 23 de junio*
*Semana XII del tiempo ordinario*

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

*Evangelio según San Mateo 7, 15-20*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis.

*Pistas*: La fe no es un barniz externo que poner a la vida. La propuesta de Jesús es que la fe transforme el corazón. Es más que eso: es una promesa. Si recibes el Espíritu Santo, te dará un nuevo corazón y podrás hacer las obras del Espíritu. No las del mundo o las del pecado, sino que darás buen fruto. Serás el buen árbol que da buen fruto, porque el Espíritu Santo transformará tu interior.
Estas palabras de Jesús ayudan a no dejarse embaucar, a no vivir un cristianismo falso o superficial. Te alertan además sobre los que prometen resultados fáciles sin esfuerzo personal o los que buscan su propio beneficio usando la buena fe de las personas. Piensa que si no da los frutos que dio Jesús, algo está fallando.
Revisa los frutos que das, los que da tu comunidad o tu parroquia. ¿Cómo son? Sé sincero, porque así podrás abrir tu vida al Espíritu Santo, que es el único que puede cambiar tu corazón y convertirte en buen árbol, que dé buenos frutos.

*Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.*

Lunes 21 de junio San Luis Gonzaga

*Lunes, 21 de junio*
*San Luis Gonzaga, religioso*

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

*Evangelio según San Mateo 7, 1-5*

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No juzguéis y no os juzgarán. Porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros.
¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Déjame que te saque la mota del ojo» teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita: sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano.

*Pistas*: Juzgar a los demás suele ser una manera de no fijarse en uno mismo, de justificarse o de conformarse y acomodarse. ¿Qué medida usamos con los demás? ¿Qué les exigimos? Es un modo de cambiar el foco de atención. Sin embargo, Jesús nos enseña que el camino es el amor y la misericordia. Un camino que comienza desde el interior. Por eso, empieza por ti, viviendo tu relación con Dios, con los demás y contigo mismo desde el seguimiento a Jesús. Y para ello Jesús te llama a la conversión, a no vivir de cualquier modo, sino dejando que la gracia de Dios te transforme, poniendo todo de ti, sabiendo que Dios lo pone todo también.
Lo más opuesto a ese camino interior es la hipocresía. Es vivir hacia fuera: lo que pensarán de mi, lo que puedo hacer para lograr mis fines, excusas, justificaciones, mentiras. Por aquí se cuelan los peores pecados: el orgullo, la soberbia, la ira, la lujuria, la envidia, la codicia…. Por aquí los demás se convierten en instrumentos para los propios intereses y fines. Y la crítica y la queja se transforman en la justificación.
Mírate en este día. ¿Te exiges a ti mismo lo mismo que a los demás? Ahora, analízate desde la mirada de Jesús. Deja que te sane, que te salve. Si encuentras que algo está mal en ti, arrepiéntete, confiésate, vuelve a la casa del Padre. Reconcíliate con Dios y contigo mismo. Reconoce que no eres perfecto, que necesitas crecer, que necesitas cambiar… Y entonces dejarás de juzgar, te quitarás una gran carga de encima y crecerás. Y ayudarás a crecer a los demás.

*Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida*.

Domingo 20 de junio semana XII

*Domingo, 20 de junio*
*Semana XII del tiempo ordinario*

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

*Evangelio según san Marcos 4, 35-40*
Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla.»
Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán, y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?»
Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: «¡Silencio, cállate!» El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo: «¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aun no tenéis fe?»
Se quedaron espantados y se decían unos a otros: «¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!»

*Pistas*: “Vamos a la otra orilla”. Jesús no permite acomodarse. Hay que atreverse a lo nuevo. Así es la vida del Espíritu. Así la novedad que Jesús resucitado traerá. Dirá San Pablo que lo viejo ha pasado, que ha comenzado algo nuevo. El hombre nuevo.
“¿No te importa que nos hundamos?”. El camino no siempre es fácil, aunque Jesús vaya a bordo. Él no tiene miedo, si nuestra fe fuese más grande tampoco lo tendríamos. El barco no se va a hundir. Pero da miedo. Cuando parece que hace aguas nuestra vida, o nuestra comunidad, o nuestra familia… Cuando nuestros proyectos o sueños fracasan, si enfermamos, si fallamos a alguien a quien queremos. ¡Nos hundimos!
“Quién es este”. No podrán comprenderlo plenamente hasta la resurrección. No nos vamos a hundir porque Jesús ha vencido para siempre a la muerte, al pecado, y si eres de Cristo, si va en tu barca, si vas en su barca, tú también has vencido.
Y cuando Jesús despierta: “Silencio, cállate… y vino una gran calma”. Si lo necesitas llámale, aunque te diga que tenías que haber tenido una fe más grande. Ellos no fueron capaces. Le fallaron, le traicionaron, se equivocaron… pero al final, con la fuerza del Espíritu Santo pudieron, fuertes y valientes y se entregaron plenamente a Jesús. Mira tu vida, deja que el Evangelio de hoy te dé luz y rézale a Jesús.

*Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida*

Viernes 18 de junio

*Viernes, 18 de junio*
*Semana XI del tiempo ordinario*

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

*Evangelio según San Mateo 6, 19-23*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No amontonéis tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban. Amontonad tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los roen, ni ladrones que abran boquetes y roben. Porque donde está tu tesoro, allí está tu corazón.
La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!

*Pistas*: ¿Dónde está tu tesoro? ¿qué es lo más valioso e importante para ti? Pues lo quieras o no, ahí pones tu corazón.
Y Jesús nos enseña hoy que las cosas mundanas pasan, son frágiles, podemos perderlas… pero el tesoro del cielo, nada ni nadie nos lo podrá quitar. ¿Cuál es tu tesoro? El dinero, la salud, caer bien, la imagen, ser bueno… ¿Cuál es tu tesoro? Mira a Jesús en la oración y pregúntale ¿cuál es el tesoro?
“La lámpara del cuerpo es el ojo”. ¿Con qué ojos miras la realidad? ¿con una mirada enferma por el consumismo, el interés o el pecado…? ¿o con una mirada de fe, con la luz del Espíritu Santo? Sin la luz de Jesús tu vida estará a oscuras, vivirás en sombras ¡Cuánta será la oscuridad!
¿Quieres el tesoro que nadie te podrá quitar? ¿quieres descubrirlo? ¿quieres mirar con la luz de Jesús? Acércate a Él. Encontrarás el camino y con su luz podrás recorrerlo.

*Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.*

Jueves 17 de junio

*Jueves, 17 de junio*
*Semana XI del tiempo ordinario*

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

*Evangelio según San Mateo 6, 7-15*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuando recéis no uséis muchas palabras como los paganos, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que se lo pidáis.
Vosotros rezad así: Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno.
Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.

*Pistas*: Jesús nos enseña a orar. Para ello, lo primero es reconocer quién es Dios. No necesita palabrería, no es para tener suerte o que no nos vaya mal, no es una superstición… sino para establecer una relación con Dios. Y por eso lo primero es ponerte en su presencia.
Es decir: Padre. Rezas por medio de Jesús y con la fuerza del Espíritu Santo que se une a tu espíritu para que puedas orar. Ayuda a rezar reconocer la grandeza de Dios, su poder, alabarle por ser quien es… y, después, cuando ya estás en su presencia, orar, pedir, llenarte de Dios… Así hace Jesús en el Padre Nuestro.
Te propongo que lo reces despacio, descubriendo el significado de cada frase, dejando que te acerque a Dios y que ilumine tu vida. Si en alguna petición Dios te inspira, déjate llevar, sigue por ahí. No importa que no llegues al final. Lo importante es que lo que hables con el Padre, lo digas con todo el sentido y consciencia. Porque Él te escucha.

*Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.*

Martes 15 de junio Semana XI

*Martes, 15 de junio*
*Semana XI del tiempo ordinario*

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

*Evangelio según San Mateo 5, 43-48*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo.
Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestro hermano, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los paganos? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.

*Pistas*: Jesús nos dice a sus discípulos: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”.
¿Amar a los enemigos? ¿hacer el bien a los que te aborrecen? y ¿rezar por los que te persiguen o calumnian? ¿pero quién puede hacer esto?
El cristianismo no te dice: “No robes ni mates y ya está” o “tú cumple con lo externo y te llega”. Al contrario, te propone un camino de perfección porque eres hijo de Dios, tienes el Espíritu Santo y Jesús ha dado su vida por ti. Jesús te dice que si crees en Él y le sigues podrás entrar en la vida de Dios y Dios entrará en tu vida. ¿Cómo podrás entonces vivir lejos del amor? No podrás vivir de cualquier modo. El camino es el amor, para Jesús no hay otro. Pero no un amor acomodado, de superioridad moral o de indiferencia… Sino un amor concreto, realizado en las obras y que lleva a entregar hasta la propia vida.
¿Te has acomodado? ¿te estás conformando con menos de lo que Dios te ofrece y te pide? Pues entonces no estás siendo discípulo de Jesús. No estás siendo cristiano.
¿Qué haces de extraordinario? Si acoges el Espíritu Santo, si en Jesús encuentras la verdad, el camino, la vida, la libertad, la luz, si por medio de Jesús llegas al Padre, tu vida cambiará. Vivirás en el amor, sabrás que Jesús está contigo todos los días hasta el fin del mundo. Experimentarás que en lo que Él ha vencido, tú también sales vencedor. Tú eres hijo de Dios, estás lleno del Espíritu Santo (de Dios mismo) y tienes sus dones para que puedas crecer día a día en perfección, en santidad. ¿Te atreves a seguir a Jesús? ¿Te atreves a vivir algo extraordinario?

*Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.*

Lunes 14 de junio semana XI

*Lunes, 14 de junio*
*Semana XI del tiempo ordinario*

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

*Evangelio según San Mateo 5, 38-42*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Sabéis que está mandado: «Ojo por ojo, diente por diente».
Pues yo os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñalo dos; a quien te pide, dale; y al que te pide prestado, no lo rehuyas.

*Pistas*: El mensaje de Jesús es profundamente trasformador, incluso revolucionario. Propone un cambio de perspectiva más allá del interés y de que cada uno tenga lo que merece. Jesús propone el perdón, el amor, la compasión, la gratuidad, la solidaridad…. con todos. Con el que la merece y con el que no. Propone vivir las bienaventuranzas y no la revancha o la venganza. Esto podría sonar a un ideal irrealizable si no fuera por dos cosas: Jesús vivió de este modo y los santos son ejemplo de que es posible este estilo de vida con la fuerza del Espíritu Santo que Él prometió y envió.
Imagina un mundo en el que se construya una sociedad basada en el mensaje de Jesús. En el que tú y yo seamos discípulos de Jesús y transformemos las relaciones, la cultura, la política, la economía, el ocio… En el que la compasión, la ayuda, la misericordia, el perdón, la solidaridad fuesen los valores imperantes. Y ahora mira tu vida. Está en tu mano acercarte a Jesús, que lo hace posible. Deja que transforme tu vida y tu corazón con la fuerza de su Espíritu Santo. Que transforme tus actitudes y tu manera de relacionarte.
Un mundo con la justicia de Dios: que es su amor y misericordia, que es Jesús muriendo en la cruz y venciendo al pecado y a la muerte, que es el Espíritu Santo derramando el amor de Dios en los hombres. Jesús te invita a entrar en su Reino y hacerlo realidad en tu vida.
¿Te atreves a dar el paso y vivir lo que dice Jesús? Piensa y reza. Él lo hará posible.
*Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.*

Domingo 13 de junio Domingo XI

*Domingo, 13 de junio*
*Domingo XI del tiempo ordinario*

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

*Evangelio según san Marcos 4, 26-34*
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega.»
Dijo también: «¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas.»
Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.

*Pistas*: Jesús predica la llegada del Reino de Dios. Invita a la conversión y a entrar en ese Reino que no hace referencia a una realidad estática, a un reinado político o basado en el poder o la fuerza. El Reino es creer en Jesús y vivir como Él enseña, es acoger el mensaje de salvación que Jesús enseña y regala con el don del Espíritu Santo. Hoy les explica con unas parábolas algunas características del Reino.
Se parece a una semilla que tiene en sí misma la fuerza, la capacidad, el poder para nacer, crecer y dar fruto. La única condición es sembrarla en la tierra y dejar pasar el tiempo. La Palabra de Dios en nuestra vida, si la acogemos, si la metemos en la tierra de nuestro corazón, crecerá y dará fruto. El Reino es un regalo, tiene poder en sí mismo. Es creer en Jesús y acoger el don de su Espíritu. Afortunadamente no depende de nuestras fuerzas y capacidades, y por eso es para todos. El esfuerzo humano, el merecer humano o cualquier intento de conseguir esas cosas por nuestras fuerzas… no sirve de nada. El Reino es un regalo, la fuerza de Dios lo mueve y lo hará brotar, crecer y dar fruto.
Se parece también a una semilla de mostaza. Es la más pequeña, pero se convierte en un arbusto capaz de cobijar a los pájaros. Es el símil de lo pequeño, lo débil, que parece que no va servir. Pero va a crecer y a dar fruto. Va a dar vida y proteger la vida. Y es que el Reino se juega en lo pequeño, en lo cotidiano, en lo humilde. Y ahí es donde la Iglesia siempre acaba respondiendo a las necesidades del mundo: cuidando, protegiendo. Con Cáritas, con la atención a los ancianos, a los marginados, a los que sufren… Pero sólo desde lo pequeño será capaz.
¿Qué significan estas parábolas para tu vida, para tu parroquia o comunidad, para tu trabajo pastoral o tu responsabilidad? Perder la perspectiva de cómo es el Reino y verlo con criterios humanos significa no entender lo que enseñó Jesús. El Reino se abre paso en la Iglesia, en tu vida y en el mundo. ¿Cuál es tu actitud respecto a él?

*Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.*

Sábado 12 de junio inmaculado corazón de María

*Sábado, 12 de junio*
*Inmaculado Corazón de la Bienaventurada Virgen María*

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

*Evangelio según san Lucas 2, 41-51*
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: -«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»
Él les contestó: -«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?» Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.
Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón.

*Pistas*: María conservaba todo en su corazón. ¡Qué sorprendente imaginar la vida de Jesús! Cómo va Él mismo y los que le rodean descubriendo quién es.
La encarnación es algo veraz. La humanidad de Jesús no es un disfraz. La revelación de Dios ha sucedido en un hombre llamado Jesús, que es el Hijo de Dios, que nació de María Virgen desposada con José y creció en la familia que ellos formaron. En una religión, la judía, en una cultura y situación histórica concretas. …Y en la historia de ese hombre sucede el milagro, el acontecimiento más grande que podíamos soñar y que ha cambiado la misma historia de la humanidad.
Por eso, la actitud que nos presenta este Evangelio es la de María. Si ayer la liturgia nos hacía mirar al Sagrado Corazón de Jesús, hoy nos hace contemplar el Inmaculado Corazón de María. Un corazón en el que se guardaban las cosas de Dios, las que la sorprendían y asombraban. Un corazón en el que el pecado no tenía cabida.
Te invito a que pongas en tu corazón esta pregunta: ¿Quién es Jesús? O este deseo: conocer a Jesús. A veces cuesta entenderle, reconocerlo, descubrir quién es y dónde está. Incluso a veces parece que no está… Pero Jesús no te abandona nunca. Quizás no te dé una respuesta inmediata o rotunda, pero no hay duda de que Él es nuestra familia, es el camino al Padre (a Dios). Y caminará con nosotros.
Este Evangelio te invita a pasar las cosas de la cabeza al corazón. Y, si quieres, a ir guardando ahí, como un tesoro, todo lo que te ayuda a conocer quién es Jesús.

*Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.*