Miércoles 30 de septiembre

Miércoles, 30 de septiembre
San Jerónimo, presbítero y doctor de la iglesia

Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

Evangelio según San Lucas 9, 57-62
En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, le dijo uno: Te seguiré a donde vayas. Jesús le respondió: Las zorras tienen madriguera y los pájaros, nido, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza.
A otro le dijo: Sígueme. El respondió: Déjame primero ir a enterrar a mi padre. Le contestó: Deja que los muertos entierren a sus muertos, tú vete a anunciar el Reino de Dios.
Otro le dijo: Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia. Jesús le contestó: El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el Reino de Dios.

Pistas: Seguir a Jesús es exigente. Es una aventura en la que no valen medias tintas. Porque Jesús ha venido a hacer las cosas nuevas.
Esto no es afiliarse a una asociación para perseguir ciertos intereses, en la que en el fondo no importa cómo se vive. Jesús abre un camino nuevo: el de la entrega, el del amor, el del Reino de Dios. Y llama a estar con Él. Sin engañar a nadie. Otros (las zorras y los pájaros) tienen sus refugios, sus intereses. Pero Jesús no.
La novedad de seguir a Jesús implica dejar atrás ciertas cosas. Porque seguir a Jesús es encontrar el mejor camino que uno puede desear o soñar. Por eso ¿para qué mirar hacia atrás? En una carrera, mirar hacia atrás hace perder tiempo y es peligroso. Añorar el tiempo en que uno estaba perdido es echar de menos las tinieblas, el pecado, la mentira, el egoísmo, la comodidad…
Lee el Evangelio y deja que Jesús te diga: ¡Sígueme! Será el mejor camino que puedas soñar, pero también el más exigente. Jesús te dará todo, te llenará de su Espíritu, te dará sus dones. Todo. No te dejará solo, caminará a tu lado. Lo ha prometido y cumple sus promesas. Por eso en esta entrega no valen medias tintas. Y Jesús hará nuevas las cosas en tu vida y en el mundo a través de ti.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.

Martes 29 de septiembre

Martes, 29 de septiembre
Santos arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael

Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

Evangelio según san Juan 1, 47-51
En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.» Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?» Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.» Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.» Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.» Y le añadió: «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»

Pistas: “Has de ver cosas mayores”.
Si Jesús se cruza en tu vida, “has de ver cosas mayores”.
No sabemos qué pasaría debajo de la higuera… pero lo importante es que este árbol representa lo que vives cada día. Y en ello Jesús está presente. Él te conoce. Sabe lo que pasa en tu día a día. Y si ahora estás leyendo estas líneas significa que Él ya se ha cruzado en tu vida.
Por eso, si se lo permites, si decides seguirle, “verás cosas mayores”. Y es que Jesús hace nuevas las cosas. No cabe la rutina, ni el aburrimiento, ni la mediocridad…
¿Quién sabe lo que sorprendió a Natanael (el Apóstol San Bartolomé)? ¿qué estaría haciendo? Felipe le llama para que conozca a Jesús y este encuentro es sorprendente para él. Pero sólo es el principio de un camino que tendrá que recorrer yendo con Jesús. Y que termina en el cielo. Un cielo abierto. Dios que nos deja entrar en su presencia por medio de Jesús.
Natanael no podía ni siquiera imaginarse lo que le esperaba. Y se embarcó en la aventura de seguir a Jesús. Milagros, palabras que tenían poder, el mal, el demonio y el pecado vencidos, la cruz, la resurrección, la venida del Espíritu Santo, el poder del Espíritu Santo en su propio interior… Tú también verás cosas mayores si decides conocer y seguir a Jesús. Y todo esto termina en la eternidad, en la que el Hijo del hombre (Jesús) muerto y resucitado es la puerta del cielo, de la vida plena con Dios.
Es el “Hijo de Dios”, “el Rey de Israel”, los ángeles le sirven… y tú verás todo eso. Acércate a Jesús en oración hoy ¿Qué te pide? ¿qué te dice? Síguele y cree su promesa porque “has de ver cosas mayores”.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.

Lunes 28 de septiembre

Lunes, 28 de septiembre
Semana XXVI del tiempo ordinario

Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

Evangelio según San Lucas 9, 46-50
En aquel tiempo los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante. Jesús adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo:
El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante.
Juan tomó la palabra y dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir.
Jesús le respondió: No se lo impidáis: el que no está contra vosotros, está a favor vuestro.

Pistas: ¿Quién es el más importante? ¿quién es el primero? Piensa las respuestas a estas preguntas según la mentalidad de nuestra sociedad, y también según tu propia manera de pensar. Y dentro de un momento relee la respuesta que da Jesús: El más pequeño es el más importante. Ésa tiene que ser la actitud de los discípulos de Jesús. Pero ¿es la tuya? ¿es la de la Iglesia que construyes? En cómo acogemos a los pequeños nos jugamos la acogida que hacemos al mismo Jesús.
En la segunda parte del Evangelio Jesús propone a sus discípulos construir unidad, descubrir todo lo bueno, lo verdadero, lo que realiza el Reino de Dios y crea comunión. Ellos prefieren clasificar a las personas, sentirse especiales. En cambio, Jesús busca unir a las personas. Piensa también si esto es lo que tú haces en tu vida y en tu comunidad. Y abre el corazón al Espíritu Santo, que es el único que puede hacer realidad lo que te pide el Evangelio de hoy.
¿Quién es el más importante? ¿Quién es de los nuestros? Jesús nos propone hoy un camino a recorrer ¿te atreves?.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.

XXVII Domingo del Tiempo Ordinario

Evangelio según San Mateo 21,33-43. 
Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
«Escuchen otra parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero.
Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los frutos.
Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon.
El propietario volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los primeros, pero los trataron de la misma manera.
Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: «Respetarán a mi hijo».
Pero, al verlo, los viñadores se dijeron: «Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia».
Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron.
Cuando vuelva el dueño, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?».
Le respondieron: «Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo.»
Jesús agregó: «¿No han leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos?
Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos.»

Domingo 27 de septiembre

Domingo, 27 de septiembre
Semana XXV del tiempo ordinario

Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

Evangelio según San Mateo 21, 28-32
En aquel tiempo dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
—¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: «Hijo, ve hoy a trabajar en la viña.» El le contestó:
— «No quiero.» Pero después se arrepintió y fue.
Se acercó al segundo y le dijo lo mismo.
El le contestó:
— «Voy, señor.» Pero no fue.
¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?
Contestaron:
—El primero.
Jesús les dijo:
—Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del Reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y aun después de ver esto vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis.

Pistas: Jesús habla hoy a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo. A los que, en teoría, ya estaban trabajando en la viña. Les dirá: los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el Reino. Los primeros dicen: vamos. Pero no están entrando en el Reino porque no acepta a Jesús. Los publicanos y prostitutas, sin embargo, escucharon la predicación de Juan el Bautista y se convirtieron, pero ni siquiera eso les hace creer a los primeros. Jesús intenta hacerles ver su incoherencia y cerrazón.
Y ¿a nosotros? ¿qué nos puede enseñar la Palabra de Dios hoy? En primer lugar, si has dicho “sí” a Jesús, ten cuidado de no ser como los sumos sacerdotes y los ancianos, que dicen “sí”, pero no van, es solo de boquilla. Segundo, si has estado lejos, si le has dicho que no a Dios con tus elecciones o con tu manera de vivir, estás a tiempo. Acércate a Él, entra en su viña (en la Iglesia, en el Reino de Dios). Por muy lejos que hayas estado, no importa.
Es fácil vivir en las apariencias, en la comodidad, en el decir una cosa y hacer otra. Pero al final te quedas fuera, en la frustración, fuera del Reino de Dios. Jesús propone hoy que actuemos, que vivamos, que vayamos… a pesar de que a veces digamos que no, a pesar de que a veces nos apartemos.
El reto para esta semana es examinar tu “sí”, ¿palabras y vida, palabras y hechos van de la mano?

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.

Sábado 26 de septiembre

Sábado, 26 de septiembre
Semana XXV del tiempo ordinario

Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

Evangelio según San Lucas 9, 44b-45
En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del Hombre lo van a entregar en manos de los hombres. Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro, que no cogían el sentido. Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.

Pistas: Siguen a Jesús, se admiran de Él y su poder. Pero no acaban de entenderle e incluso tienen miedo de profundizar más. Prefieren seguir en la gloria y el triunfo, en el aplauso de la gente, antes que comprender lo que Jesús les venía avisando.
El Evangelio de hoy puede servirte para examinar tu vida de fe: mientras la gente te admira y dice lo bueno que eres, mientras no existen contrariedades, cuando parece que eres el vencedor, todo es fácil. Pero Jesús enseña que el verdadero camino no es un paseo triunfal, sino descubrir que pase lo que pase, y aunque la cruz forma parte del camino que tenemos que recorrer, vamos a salir vencedores.
Nosotros no debemos tener miedo, porque sabemos cómo terminó la historia de Jesús y su victoria es la nuestra. Nada ni nadie de este mundo nos la podrá arrebatar. Pero no por ello debemos dormirnos o acomodarnos. Necesitamos hacer un camino de fe, de confianza y fidelidad. Sin miedo a llamar a las cosas por su nombre, sin miedo a las complicaciones, sin miedo de encontrar el camino de Dios para nuestra vida.
La luz del Espíritu Santo vencerá la oscuridad y las palabras de Jesús serán claras. La luz del Espíritu en tu corazón vencerá también la oscuridad, las dudas, la falta de fe… Tú persevera en oración, persevera cerca de Jesús, vence el miedo. Porque tuya es la victoria de Jesús.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.

Viernes 25 de septiembre

Viernes, 25 de septiembre
Semana XXV del tiempo ordinario

Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

Evangelio Según San Lucas 9, 18-22
Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: ¿Quién dice la gente que soy yo? Ellos contestaron: Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Él les preguntó: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Pedro tomó la palabra y dijo: El Mesías de Dios. Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.
Y añadió: El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar al tercer día.

Pistas: ¿Quién es Jesús?
Hay muchas maneras de conocer a alguien: por lo que cuentan de él, por la imagen que da, por la manera de actuar, por los hechos… Pero, en realidad, no se conoce a alguien de verdad hasta que se establece una relación personal con esa persona. Para responder a la pregunta “¿quién decís vosotros que soy yo?” necesitas estar con Jesús. Si quieres saber si de verdad Jesús es lo que dicen de Él, lo que dice la Palabra de Dios, lo que dice la Iglesia… si quieres saber quién es de verdad: acércate a Él, rézale, búscale, arriésgate a vivir como Él enseña.
Tal vez te desmonte ideas preconcebidas (lo hizo con sus discípulos explicándoles que iba a padecer, no a ser un Mesías político o un líder social). Algunas ideas sobre Él, sobre Dios, sobre su manera de actuar en el mundo es probable que también cambien… eso es conocer a alguien. ¿Quién es Jesús? ¿quién es para ti?

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a la tu vida

Jueves 24 de septiembre

Jueves, 24 de septiembre
Bienaventurada Virgen María de la Merced

Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

Evangelio según San Lucas 9, 7-9
En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Herodes se decía: A Juan lo mandé decapitar yo.
¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas? Y tenía ganas de verlo.

Pistas: ¿Se puede vivir de supersticiones, habladurías o de lo que otros dicen o piensan? Si quieres que sea auténtico vívelo, experiméntalo, encuéntrate cara a cara con Jesús. Si no, no sabrás a qué atenerte.
¿Por qué la fe de tantas personas se enfría o se pierde? Porque viven de lo que dicen los demás, de los prejuicios. Pero ¿y si es verdad? ¿y si es para ti? ¿y si descubres a Jesús y su mensaje?
Este camino lo tienes que recorrer tú si quieres descubrir la verdad. No te conformes con lo que cuentan otros: busca, duda, reza, lucha… y descubrirás si todo esto es verdad y cuál es su sentido.
Si tienes responsabilidad en la Iglesia o en tu comunidad estarás preocupado por tanta gente que vive de oídas, alejados, sin entender y a veces sin querer descubrir más allá de lo que les cuentan. Tienen una imagen de lo negativo de la Iglesia y de los que la formamos. Pero, por otro lado, lo que dice el Evangelio, el bien que hacen tantas personas, el testimonio de muchos… parece indicar algo. Pero no saben a qué atenerse. Y, al final, hasta que no se encuentren con Jesús, hasta que no experimenten la realidad de su presencia y el poder del Espíritu Santo, permanecerán en la incertidumbre, en el pasotismo, en la duda y lejos de la salvación de Jesús. Busca caminos para que se hagan preguntas, para que exploren la fe, para que puedan experimentar a Dios, para que tengan experiencias de comunidad, de Iglesia. Abre caminos.
Vivir en la indeterminación o encontrar sentido y respuestas. ¿Quieres ver a Jesús?

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida

Miércoles 23 de septiembre

Miércoles, 23 de septiembre
San Pío de Pietrelchina

Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)

Evangelio según San Lucas 9, 1-6
En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades.
Luego los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles: No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco llevéis túnica de repuesto.
Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si alguien no os recibe, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.
Ellos se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y curando en todas partes.

Pistas: Jesús reúne a sus Apóstoles. Primero crea comunidad en torno a Él. Después les da poder y autoridad y los envía. Les pide que se fíen de Él, dándoles unas instrucciones concretas. Y ellos se ponen en camino, hacen lo que Jesús les manda y el Reino es anunciado con palabras y signos.
Lo material (bastón, alforja, pan, dinero), las seguridades (la túnica de repuesto), prosperar (buscar otro sitio mejor para hospedarse), el éxito (te reciban o no), nada de esto es fundamental. La clave es obedecer lo que Jesús nos dice, porque Él capacita, da poder y autoridad. Él nos envía a ponernos en camino haciendo lo que manda.
Lo mismo que aquellos Doce, en la vida de los santos y en la tuya también, siempre que Jesús te pida algo, te dará la fuerza, la capacidad y la autoridad para hacerlo. Y si te fías de Él y aprendes a ser discípulo suyo anunciarás la Buena Nueva y el mal irá perdiendo terreno. Entonces, podrás ver las maravillas de la salvación en el mundo y en tu vida.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.

XXVI Domingo del Tiempo Ordinario

Evangelio según San Mateo 21,28-32. 
Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
«¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: ‘Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña’.
El respondió: ‘No quiero’. Pero después se arrepintió y fue.
Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: ‘Voy, Señor’, pero no fue.
¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?». «El primero», le respondieron. Jesús les dijo: «Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios.
En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él».