Sábado, 25 de agosto
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)
Evangelio según San Mateo 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos diciendo: En la cátedra de Moisés se han sentado los letrados y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen.
Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame «maestro».
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar jefes, porque uno solo es vuestro Señor, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
Pistas: Jesús critica a los que tienen el deber de enseñar la Ley. No son coherentes. Tampoco les importan los demás. Pero sí los honores, los reconocimientos, los puestos, la imagen…
Quizás al leer esto te vengan a la mente personas concretas. Pero Jesús no dice esto para señalar a los que lo hacen mal, sino para enseñar a los que quieren ser sus discípulos. No puede servir de excusa la soberbia o los pecados de los que ocupan puestos de responsabilidad en la comunidad, en la Iglesia… para dejar de hacer la tarea que tienes encomendada. Si tienes alguna misión en la Iglesia o si eres el creyente de tu grupo de amigos es una buena ocasión para que te preguntes: ¿me parezco en algo a los que critica hoy Jesús?
La propuesta de Jesús es: Tú, en cambio, considérate igual a los otros, no dejes que te pongan por encima. No te endioses porque el que tiene que ocupar el centro es Dios, al que hay que seguir es a Jesús (no a ti, ni a ésta o aquella persona). Al que tienes que buscar, y ayudar a que los demás busquen es a Jesús.
Si quieres ser grande, si quieres hacer cosas grandes, si quieres ser importante, sigue a Jesús: Él amó, sirvió, se entregó, se humilló y ahí nos mostró la mayor grandeza, la mayor victoria. Fue elevado, glorificado, el primero en vencer la muerte, el hombre lleno de Espíritu Santo… Sigue a Jesús y aprende a ser como Él. Éste es el camino que te propone la Palabra hoy: lo importante no es la puesta en escena, sino lo que vives en tu interior, la relación que mantienes con Jesús Y esto es lo que te hará verdaderamente grande.
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración.
El sáb., 25 ago. 2018 a las 2:11, Edu J. del Valle () escribió: Sábado, 25 de agosto
(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor)
Evangelio según San Mateo 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos diciendo: En la cátedra de Moisés se han sentado los letrados y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen.
Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame «maestro».
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar jefes, porque uno solo es vuestro Señor, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
Pistas: Jesús critica a los que tienen el deber de enseñar la Ley. No son coherentes. Tampoco les importan los demás. Pero si los honores, los reconocimientos, los puestos, la imagen…
Quizás al leer esto te vengan personas concretas a la cabeza. Pero Jesús no dice esto para señalar a los que lo hacen mal, sino para enseñar a los que quieren ser sus discípulos. No te puede servir de excusa la soberbia o los pecados de los que ocupan puestos de responsabilidad en la comunidad, en la iglesia… Si tienes alguna misión en la iglesia o si eres el creyente de tu grupo de amigos es una buena ocasión para que te preguntes: ¿me parezco en algo a los que critica hoy Jesús?
La propuesta de Jesús es: Tú, en cambio, considérate igual a los otros, no dejes que te pongan por encima. No te endioses porque el que tiene que ocupar el centro es Dios, al que hay que seguir es a Jesús (no a ti, ni esta o aquella persona). Al que tienes que buscar y ayudar a que los demás busquen es a Jesús.
Si quieres ser grande, si quieres hacer cosas grandes, si quieres ser importante, sigue a Jesús: Él amó, sirvió, se entregó, se humilló y ahí nos mostró la mayor grandeza, la mayor victoria, fue elevado, glorificado, el primero en vencer la muerte, el hombre lleno de Espíritu Santo… Sigue a Jesús y aprende a ser como Él, este es el camino que te propone la Palabra hoy. Y esto es lo que te hará verdaderamente grande.
Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice y respóndele con tu oración